Bloomberg News.-La presidenta Dilma Rousseff ha contado con el apoyo de la mayor parte de los 35 millones de brasileños que salieron de la pobreza durante los 12 años de gobierno de su Partido de los Trabajadores mientras lucha por obtener un segundo mandato durante un año electoral impredecible.
El respaldo de esos votantes le valió a Rousseff un 42 por ciento en la primera ronda del 5 de octubre y un 44 por ciento en la última encuesta posterior a la elección.
Para derrotar a su rival, Aécio Neves, en la segunda vuelta del 26 de octubre, tendrá que sumar a un grupo de votantes indecisos que han prosperado durante el gobierno de su partido, conocido como PT, pero que pueden estar abiertos a la propuesta de cambio de Neves.
Rousseff tiene una doble estrategia que consiste en dar indicios de un cambio de política a los efectos de atraer a los votantes indecisos y en recordar a quienes se beneficiaron con las políticas del PT que podrían volver a descender en la escala social, dijo Marcos Troyjo, profesor y uno de los directores de un foro sobre mercados emergentes de la Universidad de Columbia en Nueva York. Esa estrategia podría funcionar para contrarrestar la campaña de Neves, que ha venido cobrando fuerza, dijo.
“Muchos brasileños que tienen pocas expectativas en relación con los políticos sienten que han obtenido algo con el gobierno del PT, como un mayor ingreso, vivienda y salud”, dijo Troyjo por teléfono desde Río de Janeiro.
“Recordar todo eso a los votantes podría funcionar. Dilma aún tiene una oportunidad”.
La estrategia de Rousseff se pone a prueba en tanto Neves sube en las encuestas de Datafolha, Ibope e Instituto Paraná posteriores a la primera ronda electoral.
El respaldo al candidato opositor aumentó en las tres encuestas y está en un empate estadístico con la mandataria en las encuestas de Datafolha e Ibope, que tienen un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.
Rousseff tiene un 44 por ciento y Neves un 46 por ciento tanto en la encuesta de Datafolha como en la de Ibope que se difundieron anoche. En la encuesta de Instituto Paraná, que tiene un margen de error de más o menos 2,2 puntos porcentuales y se dio a conocer el 8 de octubre, la presidenta tenía 41 por ciento contra 49 por ciento de Neves.
Brasil y la economía
En momentos en que la economía se encuentra en recesión y la inflación supera el objetivo, Rousseff sostiene que sus políticas amortiguaron el impacto de una crisis global que destruyó empleos en todo el mundo.
En Brasil, el desempleo está cerca de un bajo nivel récord de 5 por ciento, mientras que los aumentos salariales han superado los incrementos de los precios al consumidor en los últimos 10 años.
A quienes están descontentos ante el menor crecimiento desde 2009 y la inflación más rápida en casi tres años, Rousseff les dijo en su primer discurso luego de la votación del 5 de octubre que instrumentaría “nuevas ideas” en la economía y ejercería un mayor control sobre los aumentos de precios.