SANTO DOMINGO.-Un amplío dispositivo de seguridad condujo a la sala de audiencias al general Adán Cáceres, la pastora Rossy Guzmán, y los demás implicados en lo que la Procuraduría ha denominado como “entramado de corrupción”.
Uno de los cercanos colaboradores del exjefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP) confesó que recogía un promedio de 5.5 millones de pesos al mes solo en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR) para entregarlos al que la Procuraduría ha denominado como “entramado de corrupción” encabezado por el mayor general Adán Cáceres Silvestre.
Las revelaciones las hizo el mayor Raúl Alejandro Girón Jiménez durante los interrogatorios que le practicaron los procuradores adjuntos Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, directora de Persecución y director de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa (PEPCA), respectivamente, y Miguel Collado.
Los imputados
El Ministerio Público acusa al mayor general Cáceres Silvestre, al coronel Núñez de Aza, la pastora Rosa Guzmán Sánchez, el mayor Girón Jiménez, al cabo Tenner Flete Guzmán (hijo de la pastora Guzmán Sánchez) y al sargento Alejandro José Montero Cruz de ser los cabezas de la estructura mafiosa que distraía dinero del CUSEP y el CESTUR.