No hay que hacer encuestas para saber cuáles son los problemas irresolutos con que vivimos los dominicanos. Pero ya las encuestas ratifican lo que vemos a diario, que cada día convivimos con más actos de delincuencia, nos arropa la inflación y crece y se multiplica el desempleo.

Hay una percepción muy singular, de acuerdo a la última encuesta realizada, ya que el 66.9% afirma que la delincuencia es el principal problema del país. En segundo lugar está la inflación, con un 43.9%, y el 37.4% plantea como tercer problema la falta de un empleo formal.

En realidad, si invirtiéramos los lugares y hubiera más fuentes de empleo, aumento de salarios y mayor crecimiento en nuestra economía empezaríamos a darles solución a los tres problemas de manera simultánea, ya que con una mayor cartera de empleo tendríamos menos delincuentes en las calles y los dominicanos tendrían mayor capacidad de compra, lo que representaría un paliativo contra la inflación.

De manera que tenemos tres problemas básicos con uno que, resuelto, sería parte de la solución de los demás.

Habría que ver si las medidas, en las manos del Gobierno y los empresarios, podría incluir en sus planes la salida adecuada.

No sería sencillo, pero sí necesario proyectar el desarrollo del país a base de un plan de inversión a corto y mediano plazo.

En esa medida veremos reducirse los niveles de violencia, delincuencia y desasosiego que vive la sociedad dominicana.