Ha sorprendido que en la última semana haya una notable baja de la actividad proselitista por parte de los candidatos presidenciales sin que se haya decretado tregua alguna.
Han dedicado todos estos días a trabajos de oficinas completando boletas congresionales, buscando candidatos a vicepresidentes y rediseñando líneas de comunicación política.
Objetivos distintos
La baja actividad de ahora no se prolongará y cuando de nuevo se dé un banderazo, la carrera será intensa hasta llegar al día de las elecciones.
Cada partido político tiene prioridades diferentes en este proceso. La oposición tiene que trabajar en dos direcciones pues tanto el PLD como la Fuerza del Pueblo tienen como primer objetivo sacar más votos que el otro y simultáneamente evitar que Luis Abinader gane en la primera vuelta.
Los resultados de las elecciones de febrero pasado dieron muchas alertas y han obligado a revisar las líneas de campaña para la oposición, mientras que el oficialismo tiene el reto de mantener o mejorar su desempeño de ese proceso.