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Transporte público: El dolor de cabeza de abordar una guagua en hora pico

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Santo Domingo.– En el sofocante calor de las 5:00 de la tarde, las guaguas rebosan de cuerpos pegados, mochilas entrelazadas y resignación en los rostros. El aglutinamiento de pasajeros eleva la temperatura, las extremidades se acalambran y, con cada parada, el trayecto parece alargarse aún más.

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En las llamadas “guaguas”, como se le conoce en República Dominicana a los autobuses, no hay espacio para carriolas ni para personas con movilidad reducida. Aunque los autobuses de la Operadora Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) ofrecen mayor espacio y cuentan con aire acondicionado, se llenan con facilidad debido a su tarifa asequible para los sectores populares.

Suspensión temporal del Metro: Tarde de filas, tapones y desesperación

La suspensión temporal de varias estaciones del Metro de Santo Domingo, por trabajos de ampliación, ha empujado a miles de pasajeros hacia estos servicios alternativos. Los autobuses de la OMSA han asumido parte del peso del traslado masivo de pasajeros en Santo Domingo Norte, pero la demanda sigue siendo superior a la capacidad disponible.

Y es que a todo esto se suman los movimientos bruscos provocados por hoyos en las vías, que convierten el trayecto en un verdadero suplicio. Así, en Santo Domingo, las 5:00 de la tarde no solo marcan el fin de la jornada laboral, sino el inicio de una odisea para miles que dependen del transporte público. Las guaguas van llenas, los tapones parecen eternos y la paciencia, cada día más escasa.

Aunque la OMSA cuenta con unidades más modernas y cómodas, el incremento repentino en la demanda ha puesto a prueba su capacidad operativa. Estas unidades del Gobierno buscan suplir, en la medida de lo posible, el vacío dejado por el Metro, considerado el medio más eficiente y confortable para el traslado diario.

A la altura del kilómetro 9 de la autopista Duarte, una guagua se detiene brevemente. Los pasajeros que esperan en la acera se empujan para entrar, pero adentro ya no cabe ni un alfiler.
—¡Ciérrame esa puerta, que no cabe ni el aire! —grita un pasajero.
El cobrador, con el sudor empapándole el cuello, responde:
—¡Sí, claro que sí, solo tienen que pegarse un poco más!

Maritza Gómez, empleada doméstica, cuenta que sale todos los días a las 4:00 de la tarde para evitar “la pela de la guagua”. Aun así, llega a casa pasadas las 7:00 p.m.
—A veces prefiero caminar hasta una parada más lejana, porque si no, no hay forma de subir —relata con resignación.

En hora pico, las rutas más concurridas del Gran Santo Domingo son aquellas que cruzan las principales arterias urbanas: 27 de Febrero, Independencia, Máximo Gómez y John F. Kennedy. Según datos de la OMSA, estas movilizan a miles de pasajeros a diario, pero la demanda sigue superando la oferta.

Cambios viales: giros restringidos

A todo esto se suma la implementación de medidas para mejorar la movilidad urbana. Como parte de la Fase 1 del plan “RD Se Mueve”, el Gabinete de Transporte anunció que, desde el domingo 6 de julio, quedaron restringidos los giros a la izquierda en tres intersecciones clave de la avenida Lope de Vega, en el Distrito Nacional:

  • Lope de Vega con Padre Fantino Falco
  • Lope de Vega con Gustavo Mejía Ricart
  • Lope de Vega con Max Henríquez Ureña

Estas restricciones buscan reducir accidentes, disminuir la congestión y acortar los tiempos de viaje, especialmente en momentos de alto flujo como las horas pico. Las rutas alternas están debidamente señalizadas y cuentan con el apoyo de la DIGESETT para agilizar la circulación.

El congestionamiento y las limitaciones del sistema de transporte público muestran que, a pesar de los avances, la mejora de la movilidad urbana continúa siendo un desafío importante para el país.

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Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

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