Transparencia emocional

Transparencia emocional

Transparencia emocional

Ana Blanco

Creo que si todos tuviéramos el suficiente valor y confianza de expresar a los demás, cómo nos sentimos realmente, seríamos mucho más dichosos.

No sé por qué crecemos con barreras emocionales que en la mayoría de los casos nos llevan a ponernos máscaras para que los demás no sepan qué pasa realmente por nuestros corazones y mentes. Y la tecnología, el comunicarnos a través de aparatos, ha incrementado todo esto.

Parecería que esta autoprotección emocional es positiva porque de esa manera puedes controlar tus emociones, pero creo que al final no lo es porque no te deja ser tú mismo, siempre pendiente de qué mostrar y qué no.

Las personas que logran ser transparentes emocionalmente son para mí las más felices. Se liberan de esas ataduras de controlar de todo, de qué pensarán o dirán los demás, de qué pasará si se muestran tal cual son o si dejan entrever cualquier vulnerabilidad.

De esa forma también descubres quién merece la pena y quién no, porque si las otras personas no te aceptan o no les gusta lo que eres, al final no merece la pena que estén en tu vida. Ser sincero con uno mismo es el primer paso para ser sincero con los demás, y en ese camino incluso te darás cuenta de que conocerte, con lo bueno y malo que tengas, es la mejor forma de caminar a paso firme.

Sabrás cuándo actuar de una manera o de otra, pero siempre fiel a ti mismo y sobre
todo siempre sincero, transparente y sin perder tiempo en crear personajes para los demás, para encajar, para ser un ideal inalcanzable y, peor aún, para no mirar hacia dentro y ver aquello que debes cambiar y mejorar porque te sientes mejor en el personaje que contigo mismo. Sinceridad.