Un aspecto de cómo hemos progresado inmensamente en lo que va de este siglo es la calidad de la gestión en muchísimas instancias de la administración pública.
Las mejoras van desde la aplicación de normas contables racionales, la aplicación de controles y auditoría, el uso de tecnología y la transparencia facilitada por la digitalización.
El ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, ha realizado una labor encomiable.
Es triste que comoquiera continúen ciertas vagabunderías y escándalos. Pero la modernización contribuye a dificultar manejos oscuros o turbios.
Y no es cuestión partidista del PLD o del PRM, pues algunas instituciones, como el Ayuntamiento del Distrito Nacional, recogen piropos por su administración transparente de los recursos municipales.
Hasta la Finjus, cuidadosa para elogiar políticos, valoró ayer positivamente al alcalde David Collado por su gestión.
Transparentar cómo se ingresan y gastan los fondos públicos es una de las maravillas de la Internet.
Con periodistas audaces, los websites gubernamentales y municipales podrían ofrecer muchísimas noticias. ¿Se atreverían políticos y partidos a transparentar sus misteriosas finanzas?
