Transitando el estancamiento económico

Transitando el estancamiento económico

Transitando el estancamiento económico

Luis Santos Burgos

Por Luis Santos Burgos

El impacto de la pandemia produjo una caída del producto real de -6.7%, sin embargo, a pesar de los esfuerzos desplegados, la política de crecimiento impulsada por las autoridades no logra retomar la expansión de la economía dominicana conseguida hasta 2019, un potencial de 5.2%.

Durante 2021 se opera un crecimiento de 12.3 por ciento, pero de tipo rebote denominado así, porque resulta de comparar un año presente con el anterior, cuando este último tiende a cero o un valor negativo, como el que produjo la pandemia durante el 2020, lo que genera como tal, una ilusión óptica de crecimiento, insuficiente o inexistente en la realidad.

En la fase de normalización la economía registra una reducción del crecimiento al situarse en 4.9% durante 2022, insuficiente y nada comparable con el crecimiento potencial del 5%, puesto que algunos sectores con alta ponderación, continuaron mostrando crecimiento de tipo rebote estadístico como fue el caso del sector hoteles, bares y restaurantes, entre otros.

La economía dominicana continúa reafirmando y profundizando su tendencia crítica hacia el decrecimiento, dado que durante enero-agosto de 2023 la economía alcanzo un crecimiento acumulado apenas de 1.5 por ciento, inferior en 4% con relación a igual periodo de 2022.

Si entre junio y agosto la economía observo un crecimiento acumulado de 1.6 por ciento, superior en solo 0.2 por ciento al registrado durante enero-mayo de 1.4 por ciento, explica que a pesar de los estímulos monetarios dispuesto por la Junta Monetaria en enero y al cierre de mayo por un monto aproximado de RD$141,000.00 millones, así como la política de sobreendeudamiento público, no han logrado impactar favorablemente el crecimiento de la economía dominicana.

En un escenario, donde el sobreendeudamiento público, impulsos monetarios y creciente flujos de remesas, no consigue impactar la economía, amerita entonces pasar balance sobre otros aspectos que pudieran estar explicando el estancamiento y la tendencia progresiva de la economía dominicana hacia el decrecimiento progresivo.

Durante enero-junio de 2023, se observa una caída de los sectores tradicionales que en las últimas tres décadas le han dado sostenibilidad al crecimiento de la economía dominicana. En efecto, la manufactura local y de zonas francas observaron tasas negativas de 3,8 y 2.5 por ciento, después de haber computado tasas de crecimiento por el orden del 8.1 y 2.1 por ciento, respectivamente, en igual periodo de 2022.

El sector de la construcción continua sumergido en la agonía severa, pues a junio presenta una caída de 2.5 por ciento, mientras que en igual periodo su tasa de crecimiento fue de 2.1 por ciento. Situación similar atraviesa el sector hoteles, bares y restaurantes, el cual después de registrar un crecimiento tipo rebote de 34.3 por ciento, apenas logro computar 12.4 por ciento
durante enero-junio de 2023. En general se observa una pérdida de valor agregado estimado en 4.9 por ciento.

En adición, la economía presenta un deterioro del comercio exterior que se aprecia por la baja de las exportaciones, específicamente de zonas francas y por otro lado, un descenso considerable de las importaciones, dado que los índices de exportaciones e importaciones con referencia 2007, durante enero-junio de 2023 registraron un descenso considerable al situarse en solo
2.0 por ciento y negativa de 0.2 por ciento, respectivamente, después de haber crecido 24.0 y 24.9 por ciento, en igual periodo de 2022.

En un escenario pesimista, la proyección de un crecimiento de 3.0 por ciento como ha planteado del FMI, carece de consistencia puesto que el paquete de estímulo monetario al cierre de mayo, como alternativa no surtió los efectos esperados en materia de tipos de interés y demanda agregada, considerando además, impacto negativo que pudiera tener en el crecimiento las pérdidas
de comercio generada por la crisis en la frontera con Haití, de ese modo única alternativa de crecimiento, corresponde a la época estacionaria de fin de año.

 

Además, el patrón histórico de crecimiento de la economía dominicana revela muy claro, toda vez que la economía reduce su crecimiento entre 1.7 y 1.9 por ciento, durante enero-septiembre, el crecimiento al cierre de año se ha situado entre 2.5 y 2.6 por ciento.

En suma, ante el ciclo expansivo y restrictivo de política monetaria, los crecientes flujos de remesas y la política fiscal expansiva con orientación al endeudamiento y el gasto corriente, las autoridades no han logrado reorientar la economía y retomar su crecimiento potencial durante la presente gestión de gobierno.