En 1998 críticos y miembros de la industria escogieron como mejor película checa de la historia a “Marketa Lazarová” (1967), filme sobrado en poderosos simbolismos que muestra la cruenta batalla de clanes paganos y cristianos más una virginal jovencita como promesa vulnerada. Las metáforas adquieren un vuelo poético que rompen cualquier afectación narrativa, haciendo del atípico montaje -que tiene raíces profundas en la iconoclasta escuela rusa- y el sonido, terceros y cuartos discursos independientes en una misma escena.
El corpus argumental consta igualmente de ascetas devenidos en mortales atormentados; bárbaros patriarcas lastrados por la vejez que resisten el inevitable cambio generacional y crisis morales que solo hayan redención en la muerte misma.
Este filme dirigido por Frantisék Vlácil (quizás el más influyente cineasta de la talentosa Nueva Ola del cine checo) es una pieza vanguardista del medioevo que, tal cual reza su prólogo, halla constante eco en el presente.
Desconozco si es la mejor película checa. En este mundo tan disperso como especializado, requeriría toda una vida dedicarse a deconstruir la vasta filmografía de esa nación. Pero sé que es una de las mejores en mis historias del cine.
MARKETA LAZAROVÁ
Dirección: Frantisék Vlácil
Guion: Frantisek Vlácil, Frantisek Pavlícek (Novela: Vladislav Vancura)
Intérpretes: Josef Kemr, Magda Vásáryová, Nada Hejna, Jaroslav Moucka, Frantisek Velecký
Género: Drama. Romance. Cine experimental. Nueva Ola Checoslovaca. Edad Media
Año: 1967