La pandemia forzó a muchos a asumir la transformación que se estaba produciendo, pero que por estar en la zona de confort se negaban a asumir. Incluso, se pueden contar de casos que hasta obstruían esos fenómenos.

La pandemia ha forzado a aceptar que se ha producido un cambio de época y que muchas de nuestras actividades cotidianas, incluyendo las económicas, no pueden hacerse como antes.

Y qué bueno.
La expresión “las cosas no volverán a ser como antes”, suele tener un aire melancólico, pero los visionarios lo externan con entusiasmo.

Solo citaremos algunos casos:
Fue mucho lo que en el sector educativo se pataleó para asimilar “República Digital”. Ahora la educación a distancia se ha acercado y la eficacia de la virtualidad quedó demostrada. Corresponde en lo adelante perfeccionar su utilización y definir su uso.

El comercio electrónico era una materia pendiente en el país, pero la crisis obligó a las empresas a descubrir sus bondades.

Habrá un proceso de reordenamiento de la vida social y económica, que traerá sin sabores, pero que definitivamente nos colocará en el camino de asumir el cambio de época.
“Las cosas no volverán a ser como antes”, pero la pandemia nos brinda la oportunidad de adelantar un paso luego del tropezón.