Circuló recientemente un vídeo mostrando muchísimos miles de peces, varias toneladas sin exagerar, muriendo en Laguna Redonda y otras al este de Miches, en un grotesco fenómeno que ya había ocurrido en años anteriores.
El Ministerio de Medio Ambiente realizó estudios en 2018 según los cuales esa mortandad de especies acuáticas allá no es por envenenamiento, posibilidad investigada porque en arrozales cercanos se usan pesticidas que podrían haberse acumulado en las lagunas.
Los técnicos concluyeron que la muerte de tantos peces, anguilas, tortugas, cangrejos y macos, quizás “esté relacionada con la insuficiencia de la concentración de salinidad”.
Eso lo saben desde siempre los campesinos del lugar, a quienes las autoridades sin embargo les impiden abrir los canales que comunican las lagunas con el mar, para en tiempo de sequía prevenir y evitar estos terribles daños.
La muerte de tantos peces rompe la cadena alimenticia afectando muchísimas aves y otras especies; perjudica la pesca y aumenta la pobreza en la zona. Ojalá Medio Ambiente recapacite; algunos lugareños conocen más que mil burócratas.
