Trabajar acostado, el escritorio que puede cambiar nuestra vida en la oficina

Trabajar acostado, el escritorio que puede cambiar nuestra vida en la oficina

Trabajar acostado, el escritorio que puede cambiar nuestra vida en la oficina

Estar sentado muchas horas en la misma posición frente a un escritorio puede ser agotador, pero un nuevo tipo de mobiliario de oficina promete cambiar radicalmente esta situación.

A primera vista la silla y el escritorio parecen más propios de una película de ciencia ficción que de un edificio de oficinas, pero sus creadores dicen que tiene una lógica muy sencilla.

«Hemos trabajado en el dilema de cómo lograr que sea la computadora la que se mueva hacia el usuario, en lugar del usuario acomodándose a la computadora», le dijo a BBC Mundo Che Voight, cofundador de Altwork, la empresa estadounidense que desarrolló los muebles.

«Cuando la mente está concentrada en un proyecto, lo que quiere es resolver ese proyecto, no estar pensando en moverse hacia nuevas posiciones».

El proyecto comenzó hace cinco años atrás, cuando uno de los fundadores de Altwork comprobó cuánto más productivo y confortable se sentía trabajando en una posición reclinada; de ese momento original nacieron decenas de bocetos que culminaron con el diseño final.

La «estación», como la llaman sus creadores, puede adoptar varias posiciones y se utilizada por un usuario sentado, parado y casi totalmente acostado.

Precio para sentarse

El teclado y el ratón no se caen gracias a un sistema de imanes que los mantienen sobre el escritorio y la computadora es sostenida por un brazo metálico a la estación.

Para que la comodidad sea aún mayor, también hay una mesa lateral para la taza de café.

La compañía está actualmente focalizada en el mercado estadounidense, pero su objetivo es instalarse en oficinas de todo el mundo.

Lo que puede conspirar contra esta meta es el precio con el que sale al mercado la estación Altwork, unos US$4.900.

Según Voigt, esta cifra está en consonancia con la actual cotización de los muebles de última tecnología, pero serán los clientes -parados, sentados o reclinados- los que tengan la última palabra.