Santo Domingo.- José Luis León, vicepresidente de acción reindicación de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) denunció la crítica situación que atraviesan los trabajadores de la empresa de Salinas de Baní, en la provincia Peravia, donde alrededor de 180 empleados acumulan 37 quincenas sin cobrar, equivalente a una deuda aproximada de RD$23 millones de pesos.
Luis León recordó que la provincia Peravia fue incluida entre las 14 provincias declaradas en estado de emergencia, y pidió al presidente de la República acudir con urgencia en auxilio tanto de la empresa como de la comunidad afectada.
“Pedimos al señor presidente que vaya en auxilio de esta empresa y de la propia comunidad. Los trabajadores siguen laborando sin recibir sus pagos, en una situación de calamidad”, expresó.
Una deuda que viene de años atrás
El representante sindical explicó que la deuda salarial se remonta a gestiones municipales pasadas. Según Ramón Santana, secretario del Sindicato de Trabajadores de Salinas, los atrasos comenzaron hace más de una década y se han venido acumulando “por un asunto gerencial y de mercado”, vinculado también a la competencia desleal de sal importada.
“Esta deuda viene arrastrándose desde la administración pasada. El sindicato anterior nos dejó 23 quincenas pendientes, y esta gestión ya debe 14 más. En total, son 37 quincenas. Hemos seguido trabajando, pero sin recibir pagos regulares”, detalló Santana.
Los trabajadores perciben salarios promedios de entre RD$15 mil y RD$16 mil mensuales, montos inferiores al salario mínimo establecido, y aseguran que, pese a los bajos ingresos, la mayoría continúa laborando por compromiso con la comunidad y con la continuidad de la producción nacional de sal.
Crisis agravada por la tormenta Melissa
A la crisis laboral se suma la afectación provocada por la tormenta tropical Melissa, que inundó tanto la empresa como la comunidad. Santana explicó que el fenómeno dejó viviendas anegadas con agua hasta las rodillas y pérdidas cuantiosas en la producción.
“La tormenta nos inundó la empresa y la comunidad. Aún hay casas con agua dentro, y las autoridades no han venido ni siquiera a hacer un levantamiento. Hemos perdido entre 12 mil y 15 mil quintales de sal listos para despachar, sin contar otros 350 mil a 400 mil quintales almacenados que también resultaron dañados”, denunció el dirigente sindical.
Impacto económico y ambiental
Salinas de Baní es una zona de alto valor ecológico y turístico, reconocida por sus 17 kilómetros de dunas, consideradas las únicas de arena azul en el Caribe, y por ser la única fuente de sal 100 % natural del país.
Los trabajadores fundaron la organización “Guardianes de las Dunas”, en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, para proteger el ecosistema y evitar la extracción ilegal de arena.
“Defendemos nuestras dunas y nuestra producción natural de sal, pero necesitamos apoyo. No podemos seguir produciendo sin salario ni protección. Esta situación nos golpea como trabajadores y como comunidad”, afirmó Santana.
Llamado urgente al Gobierno
Los representantes sindicales reiteraron su llamado al presidente de la República para que disponga medidas de emergencia que permitan el rescate financiero de la empresa y la asistencia inmediata a la comunidad de Salinas, actualmente incluida dentro de las zonas bajo estado de emergencia.
“Nuestra gente está desesperada. No pedimos privilegios, pedimos justicia laboral y atención a una comunidad que aporta al país y hoy está olvidada”, concluyó Gabriel del Río Doñé.
Contexto:
La empresa de Salinas, ubicada en la comunidad costera del mismo nombre en Baní, es un emblema de la producción salinera nacional. Sin embargo, enfrenta una situación crítica marcada por deudas salariales, competencia de importaciones, desastres naturales y la falta de respuesta de las autoridades locales y nacionales.