Alberto afectó de forma directa el noreste de México, mientras que sus bordes llevaron lluvia al sur de Texas, EE.UU.
El primer sistema tropical de 2024 dejó a su paso inundaciones, daños materiales y muertes.
La tormenta Alberto, que ya se disipó, llegó al noreste de México con vientos sostenidos de 80 km/h.
Afectó en gran parte a los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
En Nuevo León, de acuerdo con las autoridades mexicanas, el ciclón causó la muerte de tres personas, dos de ellas menores de edad.
Fotografías de los lugares afectados muestran vegetación en el suelo, inundaciones y estructuras dañadas.
El Centro Nacional de Huracanes pronosticó antes de que Alberto tocara tierra que causaría inundaciones «que amenazan la vida».
Aunque el ciclón no golpeó directamente a EE.UU., sus bordes llevaron lluvias significativas al estado de Texas.
Al menos 10 cm cayeron en Southside, cerca de Houston, lo que llevó a que se ordenaran evacuaciones, según CBS News, socio estadounidense de la BBC.
En Nuevo León el transporte se mantenía suspendido, mientras que en Tamaulipas las escuelas se cerraron.
Una activa temporada de huracanes
La temporada de huracanes en el Atlántico norte se desarrolla de junio a noviembre. Este año podría haber hasta siete huracanes importantes, advirtió el mes pasado la agencia meteorológica estadounidense. Esto supone más del doble de lo habitual.
Las temperaturas récord de la superficie del mar son en parte responsables de este pronóstico, al igual que un probable cambio en los patrones climáticos regionales.
Si bien no hay evidencia de que el cambio climático esté produciendo más huracanes, está haciendo que estos fenómenos naturales sean más poderosos y que provoquen lluvias más intensas.
El cambio climático también hizo que el calor extremo en el suroeste de Estados Unidos, México y América Central fuera alrededor de 35 veces más probable, dijeron científicos del grupo World Weather Attribution (WWA) en un nuevo informe el jueves.