‘Toño Leña’ retorna al país tras 3 años de prisión en Puerto Rico

‘Toño Leña’ retorna al país tras 3 años de prisión en Puerto Rico

‘Toño Leña’ retorna al país tras  3 años de prisión en Puerto Rico

Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña) fue condenado a cinco años de prisión por narcotráfico en Puerto Rico y salió en libertad en el 2015. Ahora se dice que Estados Unidos lo solicita por narcotráfico y lavado de activos.

Santo Domingo.– Las autoridades norteamericanas tienen previsto traer hoy al país a Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña), considerado uno de los más activos y peligrosos narcotraficantes dominicanos, pero que logró un acuerdo con la justicia de Estados Unidos en Puerto Rico que le permitió salir de la cárcel apenas tres años después de haber sido condenado y apenas a cinco años del momento en que fue arrestado en Venezuela.

Acusado de haber introducido a Puerto Rico más de 20 mil kilos de cocaína, haber corrompido a oficiales del más alto nivel entre los que se incluye al entonces jefe de operaciones de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y haber ordenado el asesinato de decenas de sus rivales y antiguos colaboradores, “Toño Leña” logró negociar una condena ínfima, casi simbólica, que le permitió solo haber perdido la celebración en libertad de apenas cinco navidades.

La peligrosidad e importancia como narcotraficante del capo dominicano fue reconocida por todas las autoridades que participaron en su captura y en las investigaciones de sus operaciones.

Un narco peligroso

Tal fue el caso de Javier Peña, un agente de la DEA que participó activamente en Colombia en el denominado “Bloque de Búsqueda” que persiguió, capturó y mató al legendario narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. Esa experiencia le hizo ganar fama dentro de la agencia a tal punto que fue ascendiendo desde agente hasta ser el jefe de la DEA para el área del Caribe con asiento en Puerto Rico.

Mientras ocupaba esa posición le tocó perseguir la estructura criminal que encabezaban Miguel Ayala Vásquez (asentado en Puerto Rico) y José David Figueroa Agosto (boricua que se asentó en República Dominicana). Javier Peña llegó a conocer tanto esa estructura criminal que se fijó las más variadas estrategias para derrumbarla y arrastrar a las policiales corruptas que en Puerto Rico le daban soporte.

En ese trajín llegó a conocer en detalles las operaciones de Ramón Antonio del Rosario Puente (conocido como Toño Leña) y la capacidad corruptora de este narcotraficante dominicano.

Siendo director de la DEA para el área del Caribe, Javier Peña calificaba a “Toño Leña” como un narcotraficante muy peligroso. Ese mismo agente que había participado en la persecución de Pablo Escobar, que conoció las atrocidades del principal capo en la historia del narcotráfico, describía a “Toño” Leña como muy peligroso.

“Era un tipo muy poderoso dentro de la organización de Millones (Ayala Vásquez) y Junior Cápsula (como es conocido en Puerto Rico Figueroa Agosto). Ese tipo era quien tenía los contactos en Suramérica. Era quien traía la droga para acá (República Dominicana)”, narró Javier Peña a EL DÍA en una entrevista concedida meses antes de que la Suprema Corte de Justicia autorizara la extradición de “Toño Leña” el 13 de diciembre de 2011.

Del Rosario Puente fue extraditado a Puerto Rico el 14 de diciembre de 2011, luego de que su caso durara un año y medio en la Suprema Corte de Justicia, el que más tiempo duró para que se tomara una decisión en ese tribunal.

Sin embargo, seis meses después de la extradición, el 12 de julio de 2012, “Toño Leña” llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, y el 16 de octubre de 2013 fue leída la sentencia del tribunal federal en Puerto Rico. Al término de la audiencia que se realizó a puertas cerradas, el narcotraficante dominicano fue sacado esposado y cuando logró divisar a su familia levantó la mano con la señal de victoria y vociferó “72 meses”.

Del Rosario Puente, calificado como uno de los criminales más poderosos y peligrosos de República Dominicana, había sido condenado a seis años de prisión, pero con la posibilidad de solo tener que cumplir tres años. Antes del tercer año de estar preso en Puerto Rico, llega a República Dominicana, libre y sin asuntos pendientes.



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