Alexandre Tombini corre el riesgo de convertirse en el primer presidente del Banco Central de Brasil en más de una década que fracasa en lo relativo a cumplir con la banda objetivo de inflación.
Los precios al consumidor subieron en octubre 6,59 por ciento respecto del año pasado, por encima del extremo superior de la banda objetivo de 6,5 por ciento por tercer mes consecutivo.
Si la inflación no se desacelera en las últimas semanas de 2014, la ley obliga a Tombini a escribir una carta al ministro de Hacienda explicando los motivos de su fracaso este año. La última vez que un banquero central tuvo que hacerlo fue en 2003.
Los analistas estiman que la tasa concluirá 2015 a 6,56 por ciento.
Brasil tiene la tasa de referencia más alta –ajustada para eliminar el efecto de la inflación- entre los países del Grupo de los 20.
