Todos coinciden con el presidente Luis Abinader en cuanto a su reiterado llamado de auxilio para Haití, incluso, hasta los mismos haitianos están de acuerdo en que necesitan una mano, o varias manos que les ayuden con la difícil situación que están pasando desde hace años, pero que cada día empeora.
República Dominicana no ha dejado pasar un sólo cónclave de Naciones Unidas, de la OEA u otros organismos regionales, para elevar su voz y recordarle al mundo que solos no podemos cargar con el cúmulo de problemas que tiene Haití.
Ya se han hecho algunos intentos fruto del llamado del presidente Abinader y el canciller Roberto Álvarez, que son los que mayor participación tienen en foros diplomáticos, pero parece que todos los que dicen que respaldan las acciones para ayudar a los haitianos, lo hacen de la boca pa´fuera, y los que van un poco más allá, no demuestran sinceridad, como pasó recientemente con Canadá, que pretendía instalar una oficina en territorio dominicano para atender temas de la Policía haitiana, y quería la aprobación de una serie de cosas que de alguna manera nos perjudicarían, y sin recibir nada a cambio.
