Todos conocen las amenazas, pero pocos toman las debidas iniciativas

Todos conocen las amenazas, pero pocos toman las debidas iniciativas

Todos conocen las amenazas, pero pocos toman las debidas iniciativas

Porque: “La Inteligencia generalmente,

anula el destino”

Por: Rafael R. Ramírez Ferreira

Un hombre piensa

diferente cuando está

en un palacio, que cuando

está en una choza.

Feuerbach.-

Malaya sea, hoy, precisamente, cuando embadurno estas páginas desde un cómodo escabel, iba a escribirle a ellas, las que nos inspiran a tararear cualquier canción sin aparente motivo o quizás, como efecto tranquilizante del mistral que me tocaba por encima del calor infernal que nos asola, pero, cometí el error de abrir el celular y las noticias, cual feroz inundación que a su paso arrastra con todo, de paro, se llevó mi inspiración.

El escuchar a una persona reclamar su legitimidad como dominicana cuando apenas balbucea nuestro idioma y donde, por demás, exhibe una cédula como oriunda de este país, por obligación tiene que llamar la atención y quizás no sepamos nada de leyes, aunque si como doctorados en justeza y por eso, voy a escribir incoherencias del tema central aun y así no lo sean, ¡que no lo son!

El caso de la inmigración ilegal está plagado de supuestas buenas intenciones por toda una gama de interesados en el mismo, pero, con eso no basta. He ahí, como el organismo llamado a regular esto, se ha convertido una oficina burocrática más y dé la sensación de malos manejos, que nos parece en realidad no son la política de quienes la dirigen pero, qué decir cuando son apresados estos ilegales y llevados a la misma frontera, donde hasta se aseguran del cruce de la misma pero, vaya usted a ver, como de regreso, muchos de estos vehículos, lo hacen con otros tantos ilegales -por mejor decir- con los mismos ilegales que solo horas antes habían sido devueltos a su país.

Podría ser un acto de prestidigitación, pero no lo es, más bien, es la obra del dinero que hace la magia. Y vamos a decir que podría ser obra de unos cuantos, de migración, pero ¿Y los tantos puestos de chequeos militares en el trayecto qué? ¿Será que desconocen sus obligaciones? ¿Acaso no les llama la atención que esos vehículos en vez de regresar vacíos retornen con otros tantos nacionales haitianos? ¿Será que 10mil pesos por cabeza les nubla la vista y los sentidos a quienes deben ver y sentir?

No es de ahora que los servicios de inteligencia militar están cometiendo el mismo error, teniendo personal vestido de civil supuestamente para hacer inteligencia, pero, que si revisan las estadísticas se notará, que no producen ninguna y, aun así, cual loro hablador o burro amarrado a una noria, prosiguen haciendo lo mismo -reitero- esperando resultados diferentes.

Parece inconcebible que un simple detalle, como lo es, el ver un vehículo de migración con ilegales, en dirección Este en vez de ir hacia el Oeste no les llame la atención a los elementos de “inteligencia”. Y sé a ciencia cierta, que mientras el organismo que rige esta situación no le ponga el cascabel al gato con los constructores que emplean esta mano de obra por encima de la ley y principalmente, cerrar a cal y canto la libertad de emplear nacionales ilegales que desde hace décadas hacen los amos del Este.

Hay muchas aristas sobre este tema, el cual abarca mucho tiempo y contubernios entre empresarios todopoderosos, principalmente del Este, donde en componendas con estamentos militares -principalmente-, traficaban con estos ilegales produciendo pingües beneficios para los jerarcas y espalderos encargados de transportarlos hasta los cañaverales en donde la empresa que los recibía, en ningún momento les interesaba e interesa regresarlos. Peor aún, que se encargan de “sacarles papeles” con la debida permisibilidad de los políticos. Por eso, estamos como estamos, que hasta en la sopa respiramos ilegales, apuntalados por organizaciones internacionales que se autodefinen como defensores de estos, pero que, ni por mano del diablo, se preocupan por ir a Haití para solucionarles sus problemas allá. ¿Y qué le dirán o dejarán estos políticos a las nuevas generaciones, si esas tribus continúan la invasión pacifica? ¡Nada, solo justificaciones políticas!  ¡Sí señor!



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