La mayoría de personas que guarda prisión en las cárceles dominicanas quisiera tener la suerte que han tenido muchos influyentes narcotraficantes o políticos que son tratados de manera diferente que la mayoría de hijos de Machepa cuando tienen que enfrentar un proceso judicial.
Uno de los holandeses del reciente caso de narcotráfico y otros delitos criminales, tuvo la suerte de conseguir que le impusieran prisión domiciliaria por un caso de 19 kilos de drogas, pero seguía haciendo vida normal, como si nada, cuando quizá debería estar cumpliendo prisión en La Victoria, Najayo, o extraditado.
Nunca la misma vara
Sin embargo, el sistema penitenciario tiene miles de reclusos que tal vez no deberían estar en prisión, y no porque sean inocentes, sino porque algunos cumplieron las medidas que les impusieron los jueces, pero hasta por falta de recursos para pagar una fianza siguen presos.
Otros están por delitos menores, pero no tuvieron la dicha de que les impusieran prisión domiciliaria, presentación periódica o cualquiera de las medidas que no sea prisión preventiva ni garantía económica, porque no la van a pagar.
Los de arriba y los de abajo
¿Qué tienen en común esos que el sistema y la sociedad marginan cuando caen en prisión, y los que cometen delitos de “alta gama” y que en sus niveles sociales son señores distinguidos de gran respeto? Que todos deberían tener los mismos derechos (en el papel) aun siendo delincuentes, pero hijos de Machepa son tratados como desechos, y los otros con decencia.