Cooperstown, Nueva York.-Vladimir Guerrero ha invitado a una enorme cantidad de familiares y allegados a su exaltación al Salón de la Fama este domingo. El estimado del propio dominicano es de unas 150 personas, número que según él mismo podría subir a 200.
En el caso de Guerrero, el aspecto familiar siempre ha estado presente. Tres de sus hermanos fueron firmados por equipos de Grandes Ligas, incluyendo a Wilton, quien llegó a ser compañero de Vladimir en los Expos. La mamá de ellos, Altagracia, siempre fue famosa entre los peloteros por su generosidad a la hora de cocinar para compañeros y oponentes de Guerrero en el terreno, fueran latinoamericanos o norteamericanos.
«Siempre me llevaba bien con ellos», dijo Guerrero acerca de sus hermanos previo a su exaltación formal al Salón de la Fama. «Los tres más viejos andábamos siempre juntos desde chiquitos y siempre compartíamos la ropa, los zapatos. Están aquí ahora mismo, toda mi familia».
El legado sigue hoy en día con Vladimir Guerrero Jr., nombrado en estos días el prospecto número 1 del béisbol por MLB Pipeline y listo para ser ascendido de Doble-A a Triple-A en el sistema de los Azulejos de Toronto. No es solamente Guerrero Jr. quien ha intervenido en el béisbol profesional, sino sobrinos y primos de Vladimir Sr. como José, Gregory, Cristian, Gabriel y Josué. Y Guerrero asegura que a Vladimir Jr. podrían seguirle los pasos otros hijos adolescentes que vienen en camino.
Pero por ahora, en enfoque de todos se encuentra en Guerrero hijo, quien bateó .401/.448/.668 con 22 dobles, 14 jonrones y 62 empujadas en apenas 61 juegos con Doble-A New Hampshire antes de su inminente ascenso.
«Me siento contento; (es) mi primer hijo», dijo Guerrero, quien llevaba a Vladimir Jr. al Estadio Olímpico de Montreal mientras brillaba como jardinero de los Expos. «Creo que un padre se va a sentir contento. Que Dios le dé salud y que siga haciendo un buen trabajo».
El consuelo de su familia, clave en su carrera
Cuenta Guerrero que después de un trecho en que no dio hit en 16 turnos, tuvo una buena conversación con su mamá y, al poco tiempo, salió del bache.
«Siempre mi mamá me ha tenido en oración», manifestó Guerrero. «Gracias a Dios, hice un buen trabajo en ese entonces».
De hecho, afirma Guerrero que se aferró a la familia en muchas ocasiones cuando las cosas no le estaban saliendo bien en el terreno de juego.
«Me quedé con la familia, jugando dominó», manifestó. «Compartiendo con ellos, a uno se le va de la mente (lo pesado del juego)».
Ahora, con sus hijos hermanos, primos, sobrinos y allegados, todos celebran la exaltación de Guerrero en el Salón. Aparte del mismo Guerrero, Altagracia encabeza el grupo.
«Sé que ella se siente más contenta que yo, viendo al tercero de sus cinco hijos (varones) aquí en el Salón de la Fama», dijo Guerrero.
Tomado de LasMayores.com