Varias ligas profesionales han anunciado el inicio o reapertura, sin embargo, todavía falta por hacer, ya que tienen que rebasar muchos aspectos, el económico como prioritario, al punto de que en las Grandes Ligas, por ejemplo, se habla de iniciar “una guerra”, si no cumplen requisitos básicos de los peloteros, que argumentan que estarán arriesgando sus vidas jugando con los peligros que representa el coronavirus.

Esas amenazas ponen al descubierto las graves contradicciones que deben superar para que la temporada de 2020, aunque sea recortada, comience sin contratiempos, el 4 de julio, tal y como se anunció el pasado lunes.

Y el punto clave, es el pedido de los jugadores, exigiendo que las Grandes Ligas les pague sus salarios completos y prorratear, cosa que no está coincidente con lo que opinan los propietarios, que están conscientes que una temporada con ausencia de público, seguro producirá un dolor de cabeza financiero, a lo que no se quieren exponer.

Los peloteros, tienen muy buenos asesores económicos, pero deben entender la delicada situación que vive el deporte en términos generales, y que apretar la tuerca con aspiraciones que quizá no sean las más factibles en estas circunstancias, podrían generar más mal que bien.

Para todo el conjunto que compone las Grandes Ligas, estos deben ser momentos de máxima reflexión, y deben deliberar sin prisa, porque si persisten los desacuerdos y se cometen imprudencias, todos, en especial los jugadores, podrían ser los más perjudicados.
RADARES.- Dirigentes ligados a diferentes selecciones de mujeres, están conteste en que en el país hay mucha discriminación con las atletas femeninas en relación a los hombres.