Tirar la toalla

Tener confianza en uno mismo. Creer en que eres capaz de hacer y lograr algo. Hoy todo a nuestro alrededor parece empoderarnos en este sentido.
En potenciar nuestra autoestima y estar convencidos de que somos fuertes y podemos con casi todo. Y luego llega la realidad.
Los momentos de dudas, de incertidumbres, de sentir que no vales para ese algo, de un temor horrible al fracaso. Todo lo que te rodea dice que puedes, pero tú no te sientes así y eso hace que esos temores se intensifiquen aún más.
Desde la experiencia que me han regalado los años, me atrevo a decirte algo: no pasa nada. Está bien tener dudas y sentir que eres incapaz de hacer algo. Eso te permite muchas veces hacer uso del análisis y de la prudencia y tomar decisiones menos impulsivas.
Ahora, es algo que debe ser momentáneo, no constante, porque entonces te vas al extremo contrario y cada avance en tu vida vendrá acompañado de frenos que tú mismo te pones.
Una clave que a mí me ha funcionado es escuchar a aquellas personas a las que admiras y en las que confías. Normalmente tendrán un concepto más sincero sobre ti y serán capaces de acompañarte en este proceso. Aunque al final la decisión siempre es tuya.
Como suelo comentar, todo es un tema de equilibrio. Ni sientas siempre que te puedes comer el mundo ni lo contrario, que el mundo te devora a ti. Lo más importante es no quedarse esperando a que las cosas sucedan o dejar pasar oportunidades por temor.
Si logras ese algo, será un impulso a tu autoestima.
Si no lo haces, será una enseñanza, pero ambos escenarios serán positivos. Y si alguna vez tiras la toalla, no pasa nada. La vuelves a levantar y sigues hacia delante.