Panamá.- La organización Transparencia Internacional (TI) lamentó hoy que el expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), detenido en Estados Unidos con fines de extradición, no haya sido sancionado por el país norteamericano por sus presuntas prácticas corruptas.
La ONG con sede en Berlín explicó en un comunicado que el pasado septiembre solicitó congelar los bienes del exmandatario en EE.UU. y revocarle la visa de acuerdo a la denominada Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de Derechos Humanos y reconoció estar “decepcionada» con la decisión tomada por el Gobierno estadounidense.
“Estados Unidos ha perdido la oportunidad de enviar una señal clara de que los líderes corruptos no pueden actuar con impunidad y aferrarse a sus ganancias mal habidas”, lamentó en un comunicado la presidenta de TI, la argentina Delia Ferreira Rubio, en un comunicado distribuido en Panamá.
Estados Unidos impuso el jueves sanciones a trece individuos por corrupción y violación de derechos humanos, entre los que destaca el presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Roberto Rivas Reyes, el parlamentario guatemalteco Julio Antonio Juárez Ramírez y el empresario dominicano Ángel Rondón Rijo. También fueron sancionados la hija del exdictador uzbeko Islam Karímov, Gulnara Karimova, el expresidente de Gambia Yahya Jammeh y el magnate israelí Dan Gertler.
“No es apropiado que Martinelli, quien se enfrenta a la extradición a Panamá por no presentarse ante la justicia penal panameña, pueda disfrutar de sus bienes en Estados Unidos”, apuntó Olga de Obaldía, directora de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, la asociación que representa a TI en Panamá.
La llamada Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos, que fue aprobada hace un año y autoriza al presidente de EE.UU. a bloquear o revocar visados de ciertos ciudadanos extranjeros e imponer sanciones contra ellos, “es la herramienta más completa de sanciones por violaciones de derechos humanos y anticorrupción en la historia de ese país”, aseguró la ONG.
“Los Estados Unidos no deben apartarse de su posición de liderazgo en la promoción de los derechos humanos y los esfuerzos contra la corrupción. No actuar animará a otras élites corruptas que tienen un efecto desestabilizador en sus países y regiones”, añadió Ferreira Rubio.
El expresidente panameño se encuentra detenido en una prisión de Miami desde el pasado junio a la espera de que el Departamento de Estado de EE.UU. decida sobre su extradición a Panamá por presunto espionaje político y malversación de fondos públicos.
Un juez estadounidense consideró el pasado 31 de agosto procedente la extradición de Martinelli, a quien la Justicia panameña quiere procesar por presuntamente haber interceptado las comunicaciones de 150 personas, mientras fue presidente entre 2009 y 2014.
Martinelli abandonó Panamá el 28 de enero de 2015, el mismo día en el que el Supremo panameño abrió la primera de las varias causas penales que actualmente hay en su contra por presunta corrupción y tras pasar unos meses en paradero desconocido se estableció en Miami.