El miércoles de esta semana concluyó el período iniciado el día 17 de octubre para la renovación del Impuesto de Circulación de Vehículos, ese al que la población denomina “el marbete”.
Y de acuerdo con información de la DGII, al cumplirse el plazo quedaban más de 150 mil vehículos, a los que esperaban que se les pagara el impuesto, para los que no se había hecho esta diligencia.
Tres meses y medio es bastante tiempo.
Así que quienes no lo hicieron en este plazo deben de haber tenido muy buenas razones.
La cantidad de propietarios que no han cumplido con el pago es significativa, y es saludable la decisión del organismo recaudador, que ha dado por concluido el proceso y ha fijado el inicio de la penalidad por pago tardío, pero ha mantenido las facilidades puestas a disposición de todos en octubre pasado.
El plazo de las facilidades tiene fecha de finalización el próximo día 29.
Es decir, que quienes no han hecho la renovación pueden ir a las entidades financieras que estuvieron dando este servicio, con tal de que se esté dispuesto a pagar una penalidad, como es de costumbre.
Tal vez de lo que se trata es de la cantidad de los vehículos de todo tipo que han rendido hasta el año pasado su último servicio, junto a los que han pasado a ser inservibles como consecuencia de la alocada manera de conducir que puede ser verificable por cualquiera en las calles, autopistas y carreteras del país, y unos cuantos miles que alentaban hasta el martes pasado la esperanza de que se produciría una extensión del plazo, así fuera de quince días.
No sólo bajas humanas, también materiales, vamos dejando como jirones en las vías.
