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¿Terminó Bonifacio y no quiere admitirlo?

Dimaggio Abreu
Dimaggio Abreu, destacado escritor-periodista, especializado en deportes.

Entorno Deportivo

La famélica actuación ofensiva que rubrica Emilio Bonifacio en lo transcurrido del presente campeonato de béisbol invernal, en sus 40 años, parece un indicio de que el emblemático capitán de los Tigres del Licey terminó como jugador activo.

A lo de este otoño se suma el antecedente veraniego, cuando Emilio decidió incursionar en la Liga Mexicana, en la cual vio acción en tres franquicias y se afirma que de todas fue cesanteado.

Ante tanta evidencia, seguidores del equipo azul, lo mismo que sus rivales, han comenzado a cuestionarse si Bonifacio está consciente de que habría llegado la hora de echarse a un lado y no alcanza a admitirlo, provocando un enorme daño a su majestuoso legado y un equipo en aprietos.

Con 13 partidos en su haber, contado el del lunes 17 ante las Águilas, cuando falló cinco veces, dos ponches incluidos, el capitán añil entrega un anémico porcentaje de bateo de .104 (sí, así mismo), con cinco imparables en 48 turnos y 57 apariciones. Encaja 14 ponches, ha anotado cinco veces, sin carrera impulsada, con lo que tiene una buena cuota del .181 en promedio de bateo del Licey con corredores en posición anotadora.

A pesar de lograr siete bases por bolas, su OBP es un ínfimo .218, un único extrabases le otorga SLG de .125 y su OPS suma .343, cuando .700 comienza a ser cuestionable.

Ah. Y solo ha intentado una estafa de bases, que fue positiva, para un hombre que las piernas es su divino tesoro y son las que les han dado longevidad en el difícil negocio de jugar a la pelota.

La fanaticada del estandarte bengalí comienza a impacientarse y la de los rivales se está sintiendo cómoda cuando al “Boni” le toca turno en situación comprometedora, contrastando con lo que ha sido su carrera en uniforme azul, que metía en pánico a la oposición, consciente de que era capaz de provocar cualquier cosa que diera al traste con lo anhelado.

Otro aspecto que ronda en todo el espectro beisbolero es la gran presión que debe sentir el joven dirigente Gilbert Gómez, que con casi todo un equipo en rojo en términos ofensivos, se “vería obligado” a mantener en la alineación a quien ha sido bujía por tantos años, pero que al parecer no da para más.

Ante las evidencias mostradas por Bonifacio en lo que va de certamen 2025-26, y la apremiante situación por la que pasan los Tigres, se percibe que sus parciales entienden que el futuro exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano debiera apelar a la frase que quedó del gran Roberto –Mano de Piedra- Durán en su segundo envite ante “Sugar” Ray Leonard el 25 de noviembre de 1980, hacen 45 años.

¿Finalizó Emilio Bonifacio su carrera y no alcanza a admitirlo? Es el cuestionamiento que se hace todo el espectro beisbolero autóctono.

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