Tecnología y transhumanismo

Tecnología y transhumanismo

Tecnología y transhumanismo

Existe en el mundo un nuevo movimiento que se ha ido desarrollando en los últimos años. El mismo consiste en “un movimiento cultural e intelectual internacional que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnología ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico o intelectual”. En otras palabras, de lo que se trata es de un proceso de mejora de la condición humana mediante las tecnologías exponenciales.

Muchos de los avances que se experimentan en áreas como robótica, inteligencia artificial y ciencia de los datos están impactando a un nivel muy profundo la condición de la especie humana. Vivimos en un mundo donde los robots sustituirán a los trabajadores de las fábricas, el software inteligente sustituirá a los servicios o asistentes telefónicos y los dispositivos estarán ampliamente conectados, recabando datos mediante sensores y traduciendo los mismos en informaciones útiles para la salud, el tránsito y un número enorme de diversos aspectos de la vida humana.

Algunos futurólogos van más allá. Están prediciendo que estamos a las puertas de un punto de singularidad que significa que la especie humana dejará de ser lo que conocemos y dará paso a una nueva realidad de superinteligencia y seres altamente modificados con habilidades superiores. El transhumanismo predica, entre otras cosas, que gracias a los avances tecnológicos y científicos vamos a poder vencer la muérete física y por consiguiente daremos paso a un universo lleno de inmortales superdotados con habilidades creadas en laboratorios.

¿Te parece ciencia ficción? Lo que nos queda es esperar e intentar que todo avance científico produzca beneficios a la raza humana. Ningún invento tecnológico debe estar diseñado para destruir al ser humano y la sociedad en la que vive. Toda innovación debe conducir a un futuro mejor para todos. Ese es el camino de una tecnología con rostro humano. ¡Ánimo!



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