Santo Domingo.-El envejecimiento de la cara es un hecho inevitable, donde inciden diversos factores, como  la exposición solar, cambios morfológicos de los huesos faciales, fluctuaciones de peso, tabaquismo, alcohol, estrés y las gesticulaciones.

De acuerdo al cirujano plástico reconstructivo y estético  Jairo Ulerio Vargas, todos estos factores causan la pérdida de la tensión y elasticidad de la piel, así como hacen más profundos los surcos, dan pigmentación anormal y aceleran la aparición de las  arrugas periorbitales o  patas de gallo.

Ulerio Vaergas afirma que en el rostro  es uno de los primeros lugares donde inician los  signos y síntomas de envejecimiento, que   empiezan a ser visibles cuando aparecen las arrugas dinámicas, entre los 28 y 35 años de edad, como un reflejo de la acción muscular subyacente.

Rejuvenecimiento

La cirugía  plástica de levantamiento o “lifting” facial, también llamado ritidoplastía facial o cervicofacial o ritidectomía, tiene como objetivo reacomodar los tejidos descendidos de la cara  del tercio superior, medio e inferior.

El cirujano plástico explica: “Con este procedimiento se logran  eliminar las arrugas frontales, arrugas del entrecejo, redefinir la proyección malar, eliminar los surcos nasogenianos y definir los bordes y ángulos mandibulares y del cuello”.

La magnitud de  tipo de padecimientos, indica Ulerio Vargas,  depende del daño solar, variabilidad de peso,  y la edad del paciente, donde por lo general la edad promedio en la cual se realiza la ritidoplastia “es aproximadamente a partir de los  50 años de edad”.

 Ulerio Vargas explica que, los casos leves  se pueden manejar  con tratamiento no quirúrgico a través de toxina botulínica tipo A, material de relleno como  ácido hialuronico y tratamiento con plasma rico en plaquetas, como terapia regeneradora celular.

Según el especialista, esta  cirugía se realiza  en sala de quirófano, bajo anestesia general o anestesia local más sedación, y se infiltra una solución para evitar el sangrado, “hacemos una incisión por detrás  del lóbulo de la oreja, que atraviesa la circunferencia auricular y se extiende detrás de la oreja y se oculta en lo que es el pelo”.

Técnica más efectiva

Explica que luego  se levanta toda la piel facial, y luego el sistema músculo aponeurótico superficial (SMAS), diseñando unos vectores de suspensión  para mejorar la arquitectura facial, luego   se fija con suturas no absorbibles y se coloca un drenaje.