El Banco Central decidió dejar su tasa de política monetaria (TPM) en 5 % anual, tras evaluar el balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, las expectativas de mercado y el entorno internacional relevante.
Según sus análisis, el comportamiento de las variables macroeconómicas en el ámbito doméstico luce positivo ya que la actividad económica y la demanda interna en el corto plazo experimentaron un crecimiento superior al nivel potencial. Al mismo tiempo, la variación de precios se mantiene estable.
En el mes de junio, la tasa interanual de inflación se situó en 1.91 %, manteniéndose por debajo del rango meta.
La inflación subyacente interanual, asociada a las condiciones monetarias, se ubicó en 1.62 %.
La inflación convergería en la meta de 4.0 %±1.0 % .