La finalidad principal de la administración pública es realizar los esfuerzos necesarios para garantizar el bienestar colectivo, la cohesión social y los derechos humanos.
En ese esfuerzo hay tareas de primer orden, metas sociales hacia las cuales debemos dirigir el accionar de todos los sectores económicos, sociales y políticos, tanto desde el ámbito de la política pública como desde el accionar de los colectivos comunitarios, sociales y los sectores privados.
La guía para este accionar que hemos acordado en la sociedad dominicana es la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Conforme a la misma, durante los próximos 20 años deberemos alcanzar varias metas: Establecer un eficaz sistema de protección social que garantice que toda persona nacida o residente en la República Dominicana cuente con los servicios y bienes públicos imprescindibles para vivir con dignidad y seguridad; reducir la vulnerabilidad económica y social de las personas, superando la pobreza y la privación mediante la extensión de los servicios sociales básicos y la promoción de la productividad y del empleo; crear un sistema que provea oportunidades de desarrollo personal y social, y que al mismo tiempo fomente y acompañe el desarrollo de capacidades, porque eso es la libertad: tener opciones para una vida digna y contar con las capacidades para aprovechar esas opciones.
Para alcanzar estas metas se requiere desarrollar estrategias que nos permitan enfocarnos, crecer en cohesión, en capacidad de ponernos de acuerdo como colectividad y sobreponernos a deficiencias colectivas que en la actualidad nos lastran y respecto de las cuales abundan las quejas e insatisfacciones uniendo el trabajo dedicado y tesonero al uso eficiente honesto de los recursos disponibles.
Hay un camino de soluciones por el que debemos transitar y acerca del cual necesitamos alcanzar acuerdos sociales, consensos para actuar.
