Tafonomía forense

Tafonomía forense

Tafonomía forense

Wilfredo Mora

Siguiendo con la biología, zoología, está la arqueología forense, que desarrolla métodos de recuperación y búsqueda de restos óseos humanos en la superficie terrestre, incluidos los que pueden estar enterrados en ella.

Existe una tecnología de la antropología forense que investiga todos los cambios post-mortem que ocurren sobre los huesos del cuerpo encontrado en un lugar.

Se conoce como tafonomía forense, que también se aplica a la evaluación de las alteraciones post-mortem de las actividades de los artrópodos en el cadáver, y al tiempo de descomposición de las plantas, comprendiendo el estudio de la entomología y la paleobotánica.

Hay toda una multiplicidad de cambios que afectan los órganos duros del cadáver, pero los más importantes tienen que ver con el examen de variables bióticas y abióticas, tales como condiciones ambientales, la acción humana y de animales, aves, raíces, proliferación de algas, estado del cadáver; y la cultural, que da cuenta de rituales y ceremonias del tratamiento de la muerte.

En general, la tafonomía forense comprende una combinación de enfoques antropológicos y paleontológico que permite el estudio global de los restos humanos.

Es una técnica desarrollada desde 1991 por el Instituto de Minnesota para la Paz y la Justicia y se centra en la autopsia y el análisis forense de muertes violentas.

Es un medio que establece los principios y normas para que los Estados e instituciones investiguen las muertes potencialmente ilícitas.

La utilización, las interpretaciones y conclusiones de los informes tafonómicos, así como de las necropsias, la República Dominicana los puede presentar aplicando este protocolo en una Corte de Derechos Humanos.

¿Por qué nunca la ha hecho? La respuesta es el Protocolo de Minnesota, en el contexto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es una guía técnica y no “una obligación legal”, y su uso puede fortalecer las investigaciones sobre violaciones de derechos humanos, incluidas muertes sospechosas o violentas; otra respuesta es la falta de liderazgo del INACIF-RD, en materia de investigación de casos de Derechos Humanos; pero, la razón principal, es que no hay antropólogos forenses titulados en nuestro país, cuya función sería poder “documentar y analizar casos de muertes sospechosas o relacionadas con la violencia”, utilizando la tafonomía.

Existen muchos ámbitos de trabajo de la tafonomía forense del que todavía no nos estamos aprovechando, pero ya he dicho que el INACIF-RD se ha caracterizado por tener pseudo-forenses, máxime en la antropología, genética y la bioarqueología forenses.

Para estimar el intervalo post-mortem del cuerpo, el perito antropólogo realiza una serie de análisis tafonómicos, de carácter macro y microscópicos y químicos del sitio y de las estructuras internas de los huesos, tejidos blandos o material biológico.

Estas técnicas determinan la evidencia arqueológica, para que el hueso no quede a la deriva, y para que pueda demostrarse la existencia de un sitio o lugar (registro arqueológico) al que está ligado el cadáver.

¿Cuál es la importancia de la tafonomía cadavérica?, ¿y por qué República Dominicana debe apurarse en esos tipos de métodos forenses?

La información que se obtiene del análisis tafonómico se apoya en el análisis de ADN, en la existencia de laboratorio antropológico. Sin esas estructuras básicas e institucionales, no es mucho o nada lo que se puede hacer.



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