El pais.El jefe de servicio del hospital Dr. Salvador B. Gautier, Fulgencio Severino,Hoy/Pablo Matos 7-02-2014 entrevista
*Por Fulgencio Severino
El sistema de capitalización individual creado por ley 87-01 carece de los requerimientos mínimos de la seguridad social, como son cobertura universal, prestaciones suficientes, eficiencia en gestión y equidad de género.
En 18 años desde que inició este sistema en 2003, ha alcanzado cobertura de cotizantes de 43 % a junio del 2021.
De una población económicamente activa de 4,798,153 están cotizando 2,046,053, 47 % para las mujeres y 40 % para los hombres. Esta cobertura no satisface el requisito mínimo del convenio 102 de la OIT en 1952 de 50 %.
El bajo porcentaje de cotizantes evidencia la falsedad de la promesa de que los trabajadores informales se afiliarían motivados por la bonanza del sistema.
Un aspecto negativo del sistema de capitalización individual dominicano, es la insuficiencia de las futuras pensiones.
Según estudio realizado por la OCDE en 2010, el monto de las pensiones para quienes coticen por 30 años, es de 22.8 %, la SIPEN en su hoja de cálculo lo estima 33 % y un artículo publicado en último boletín de SIPEN 25 % para los hombres y 28 % las mujeres, siendo República Dominicana el país de la región latinoamericana con las futuras pensiones más bajas, de mantener este sistema.
Tiempo de cotización excesivamente largo reduce la posibilidad de futura pensión. La Ley 87-01 establece que el derecho a la pensión se adquiere con un periodo de cotización de 30 años, lo cual supera los 8 años de la Ley 18-96 y los 20 años de la Ley 379-81 y todos los planes de repartos existentes.
La movilidad laboral y el prolongado periodo para volver a emplearse reduce la posibilidad de cotizar durante 30 años.
En 2016 estudiamos la realidad de 1.7 millones de trabajadores y solo el 7 % había cotizado durante todo el periodo los 16 años del sistema, lo que impedirá que la población trabajadora disfrute de una pensión.
Una de las características del modelo de capitalización individual es la falta de solidaridad y aunque se creó un fondo que destina el 0.4 % del salario y a la fecha se han acumulado 47,810,083,738.71 de pesos, las condiciones que pone la 87-01 para beneficiarse del mismo, de cotizar un mínimo de 25 años, limita el acceso y hace de este aporte una comisión más. A la fecha ninguna persona ha accedido a este fondo.
Ese modelo, basado en ahorro individual, resulta costoso para los trabajadores y trabajadoras. La Ley 87-01 establece 8 % para la cuenta individual y 2 % para comisiones distribuidos en: fondo solidaridad, superintendencia de pensiones y seguro de vida.
A esa comisión de 20 % de los aportes hay que sumarle 1.2 % del fondo acumulado con por Ley 13-20 aprobada por el Congreso modificando la 87-01 y que a marzo del 2021 es 653,069,477,964.40 de pesos, para una comisión de 7,836,833,735 y que irá aumentando en la medida que el fondo sea mayor, convirtiéndola en más que onerosa, en un atraco.
Este análisis nos hace plantear la necesidad de sustituir el sistema de capitalización individual, por no aportar una pensión digna, no ser universal y resultar en un gran negocio para las AFP.