Washington.–El Tribunal Supremo de Estados Unidos. dictaminó ayer que la empresa British Petroleum (BP) debe seguir pagando cientos de millones de dólares en compensaciones por el derrame de petróleo en el Golfo de México mientras espera a que la corte decida si escuchará sus argumentos sobre la validez de los reclamos.
En un dictamen de una línea, el Supremo señaló hoy que no interferirá con la decisión de un tribunal de menor rango que exige que BP empiece a afrontar los pagos, como parte de un acuerdo por 9,200 millones de dólares derivado de los daños ocasionados por el derrame de crudo en el Golfo de México de 2010.
Los abogados de BP han argumentado que algunos de los pagos podrían hacerse a empresas cuyas pérdidas no estuvieron relacionadas con el derrame que siguió al estallido en la plataforma de perforación Deepwater Horizon, en el cual murieron once obreros.
En 2012, BP llegó a un acuerdo con la mayoría de los demandantes del sector privado para cubrir daños por un valor de unos 7,800 millones de dólares. La empresa argumenta que una interpretación errónea de parte del administrador de reclamos contribuyó a elevar el costo a más de 9,200 millones de dólares.
Los pagos a las empresas han estado bloqueados seis meses, durante los cuales BP apeló las decisiones de tribunales de menor rango, pero dos semanas atrás el Tribunal Federal de Apelaciones del Quinto distrito ordenó la reanudación de los pagos.
El vicepresidente de BP, Geoff Morrell, indicó en una declaración que “la compañía sigue creyendo que el levantamiento de la suspensión de pagos de los reclamos por pérdidas económicas permitirá que cientos de millones de dólares se repartan, de manera irrecuperable, a demandantes cuyas pérdidas no fueron causadas por el accidente”. BP afirma que ya ha pagado más de 12,000 millones de dólares para responder a demandas.
Para enero de 2015 está previsto el comienzo en Nueva Orleans (Luisiana) de un juicio que determinará cuánto debe la empresa BP en multas.
El derrame de petróleo comenzó el 20 de abril de 2010 y no fue controlado hasta el 15 de julio de ese año. El yacimiento vertió en las aguas del Golfo de México alrededor de 780,000 metros cúbicos de petróleo crudo que contaminaron un área de 176,100 kilómetros cuadrados.