En 2002 se estrenó Spirit: Stallion of the Cimarron (Spirit: el corcel indomable), película animada que sigue las aventuras de un caballo mustang salvaje que vive en el viejo oeste a finales de la década de 1890.
Escrita por John Fusco, la historia fue nominada en 2002 al Oscar por la mejor película de animación. Detrás del emotivo relato existe un caballo de raza Kiger Mustang llamado Spirit, anteriormente conocido como Donne, que sirvió como modelo e inspiración para artistas y animadores de DreamWorks, la empresa productora del largometraje.
La historia de Spirit comenzó en mayo de 1995, cuando fue engendrado por el semental Steens Kiger, considerado como el primer caballo en entrar al libro genealógico Steens Mountain Kiger Registry. Figura como “Donner of Steens Mountain”.
Animadores y artistas pasaron muchas horas estudiando a Spirit, observaron a detalle el movimiento de sus músculos al correr, la forma en que su rostro cambiaba dependiendo de su estado de ánimo y fueron capaces de trasladar a la pantalla grande sus emociones de la manera más realista posible.
El personaje principal de la película se mueve y expresa exactamente igual que el caballo vivo utilizado como inspiración.
Tras la realización del largometraje, la empresa detrás de su producción donó a Spirit al santuario equipo con el objetivo de que pasara el resto de su vida en libertad y rodeado del mejor de los cuidados posible.
En 2020 celebró su cumpleaños número 25 y hoy está a punto de cumplir 30. Se destaca por ser un ser sintiente amable y sociable, al que le gusta pasar el tiempo con sus cuidadores y se convirtió en un ejemplar que juega un papel fundamental a la hora de esparcir información valiosa sobre los caballos salvajes.
Debido a que llegó al santuario cuando todavía era un caballo muy joven, Spirit se acostumbró a estar rodeado de gente. Una de las características principales de su personalidad es su “coraje y espíritu” muy similares al personaje al que le dio vida.
Un reconocido embajador de la raza
Su trabajo ayudando a la raza Kiger Mustang le valió en 2018 la entrada al Horse Stars Hall of Fame como recomendación de la EQUUS Foundation y la United States Equestrian Foundation, de acuerdo con información disponible en el sitio web del santuario para caballos.
Su tiempo libre lo aprovecha para interactuar con sus amigos equinos y recibir el amor, cariño y apoyo de sus cuidadores humanos favoritos.
Su legado continuará incluso después de fallecer a través de Bonita, su hija, que llegó al santuario cuando tenía apenas tres años de edad y con quien comparte un sinfín de similitudes como su majestuoso pelaje.
La organización detalla que la mayoría de “kigers” son de color marrón claro, sin embargo pueden presentar tonalidades como el castaño, grullo, pardo rojizo o negro, aunque también existen variantes mucho más extrañas como el “claybank”, que combina el pardo con crema para darles una apariencia pálida.
Fuente: Infobae