
Santo Domingo.-Con una trayectoria que entrelaza moda, arte, emprendimiento y mentoría, Patricia Grassals construyó un camino marcado por la autenticidad e impacto cultural.
Desde sus inicios en la moda y artes plásticas, pasando por su papel pionero en la valorización del cabello afro y rizado en el país, hasta su actual trabajo como mentora en Canadá, ha hecho de cada etapa una oportunidad para transformar realidades.
¿Cómo comenzó tu historia con el arte, moda y la creatividad?
Mi historia con la moda y el arte comenzó desde muy pequeña. Mi abuela me hacía ropa, y en casa todos tenían una relación cercana con el vestir: sabíamos coser, tejer, transformar o arreglar su ropa. Estudié la primaria en una escuela católica donde también me enseñaron esas habilidades, y coser y tejer fueron las que más se quedaron conmigo.
El arte siempre estuvo presente: un tío tocaba la tambora, otro la güira, una tía era artista, otra locutora, y mi papá periodista.
Elegí inicialmente publicidad, pero terminé en diseño de moda en Chavón, un cambio que definió mi vida. Desde entonces, integré los textiles en mi trabajo artístico, participé en exposiciones, trabajé como modelo y diseñé vestuario para cine.
¿Qué te inspiró a fundar Go Natural Caribe y cómo recuerdas ese proceso pionero?
Go Natural Caribe nació de una necesidad personal que se convirtió en un llamado colectivo.
En mi reconexión con mi cabello natural, descubrí lo poco que se hablaba del tema y la falta de productos y representación. Empecé compartiendo mi experiencia y conectando con otras mujeres, hasta que se convirtió en una plataforma educativa, tienda especializada y centro cultural.
¿Qué te motivó a ir Canadá y cómo fue el proceso de transición personal y profesional?
Buscaba expansión personal y profesional. Llegué poco antes de la pandemia, lo que me obligó a replantear mis planes y reinventarme.
Migrar no fue fácil, pero me permitió crecer con más claridad y propósito. Hoy sigo acompañando a mujeres, integrando herramientas como el diseño humano y la productividad cíclica. Cada cambio geográfico puede ser una expansión del alma si estamos dispuestas a abrazarlo.
¿Cómo surge tu interés en el diseño humano y en acompañar a otras mujeres como mentora?
Llegó en un momento de reinvención personal. Empecé estudiándolo para entenderme mejor y vivir alineada a mi esencia. Poco a poco, amigas y exclientas comenzaron a buscarme, y vi que podía acompañarlas desde un lugar más profundo. Lo que comenzó como un camino personal se convirtió en una misión para ayudar a otras a descubrir su luz y poder único.
¿Qué retos y oportunidades enfrentan las mujeres emprendedoras en lugares como Canadá?
Canadá ofrece un entorno diverso y abierto a la innovación, y las mujeres latinas traen resiliencia y creatividad únicas. Integrar identidad y contexto es clave para crear negocios auténticos y transformadores.
¿De qué manera integras tus múltiples talentos en tu trabajo actual?
Utilizo el diseño humano y la productividad cíclica como guías personalizadas, y la estética como símbolo de identidad. Ayudo a alinear imagen y propósito, creando caminos de éxito sostenibles y auténticos.
Planes
—Próximos proyectos
Está organizando encuentros en República Dominicana, Canadá y Estados Unidos, para inspirar, aprender y celebrar la diversidad y fuerza femenina.