Somos energía

Estoy convencida de que somos energía. Aquello que irradiamos es lo que se nos devuelve. Y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello.
Es algo que va con nosotros y que nos guía en nuestra relación con el entorno. Siempre he pensado que cuando conoces a alguien sientes algo: positivo o negativo, que puede ser intuición, pero también tiene que ver con lo que esa persona transmite.
Por eso conectas con algunas personas y con otras no. Por un lado, están aquellos con los que hay una simbiosis, porque ambas energías se unen. Por otro, quienes te llevan a una admiración porque son lo que a ti te gustaría ser o lo que ves positivo en la vida.
Claro, también llegan las que te producen un rechazo instantáneo porque te pasan una energía tan negativa que hasta tu cuerpo reacciona. Y surgen también aquellas que eres incapaz de definir porque simplemente no van ni para un lado ni para otro.
Ahora, de la misma manera que te llegan todas estas energías, tú transmites la tuya. Y es algo que viene desde lo más profundo.
Es aquello que no puedes controlar, simplemente sale de ti porque es tu verdadera esencia.
Así que, cuando te relaciones con los demás, te darás cuenta si atraes, rechazas o retienes. Y que conste que esto ni siquiera tiene que ver con tu estado de ánimo, ni con tus acciones en sí, sino con tu ser completo y su relación con su entorno.
Y aunque, como les decía, no es algo consciente y que puedas decidir, sí es algo a lo que puedes llegar y ver si es lo que tú realmente quieres. Esa energía se convierte muchas veces en el motor que te empuja o te frena.
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