Sombrío estado de abandono envuelve afectados explosión

Sombrío estado de abandono envuelve afectados explosión

Sombrío estado de abandono envuelve afectados explosión

Reportaje al lugar donde explotó un tanque de combustible(gas licuado de petroleo)de de la bomba de venta de gas el Sol en los Rios,los habitantes del lugar todavia no salen del asombro y el susto,en la foto brigadas del ayuntamiento y la CDEEE recojen los escombro causado por la explocion/foto Jose de Leon

Santo Domingo.-Desvelados, hambrientos y desconcertados permanecía ayer gran parte de los afectados por la explosión de la ‘bomba’ Solgas en el sector Los Ríos, recogiendo las pocas pertenencias que quizás podrían salvar.

Muchos pernoctaron en el entorno por temor a que les roben lo poco que les quedó; otros se fueron donde familiares y amigos y unos cuantos a una cabaña que les pagó el propietario de la envasadora de gas, quien no fue identificado.

En el devastado lugar, una pala mecánica removía escombros de por lo menos diez casas colapsadas, así como las chatarras de vehículos destruidos.

Pacientes críticos

Y mientras eso sucedía en el lugar, tres de los diez pacientes, que sufrieron quemaduras en un 65 y 35 por ciento del cuerpo, se mantenían en estado crítico en la Unidad de Quemados del hospital Ney Arias Lora, según el director de esta, Eddy Bruno.

Hasta ayer las ayudas se habían limitado a un chocolate de agua en la mañana que les llevó la Asociación de Iglesias Cristianas y unas 350 raciones de “pica pollo” y sandwiches por parte de los Comedores Económicos, así como algunas ropas de personas solidarias.

Luis Alfredo Arnaud de los Santos, presidente de la junta de vecinos Unión y Progreso, Esperanza II, era quien se encargaba en ese momento de hacer el levantamiento de los daños materiales.

“Las pérdidas son millonarias, tomando en cuenta que se desplomaron varias viviendas, una de tres niveles y otra de dos; hay como 20 vehículos destruidos, aparte de las casas que sufrieron daños de escaleras, puertas y ventanas.

No vamos ni por la cuarta parte todavía”, detalló Arnaud. Adelantó que la envasadora de gas, a través de un intermediario, les informó que se harán responsables de los daños, y empezaron a recolectar los vehículos.

En una de las casas de la calle Respaldo La Fe, Arnaud estaba rodeado de gente que, mientras se anotaban en la lista, daban testimonios del trauma vivido.

“Dios nos salvó”

“Mire, en el corre corre yo agarré una joven que mientras se encaramaba por una pared, tratando de cargar sus dos niños, una varilla se le clavó en un muslo, hasta vinieron otros vecinos y me ayudaron a sacarla”, narró
Ramón Guzmán. Para él allí no hubo 500 muertos por la misericordia de Dios.

En su caso particular se siente agradecido porque eran seis familias y resultaron ilesos.

“Yo tengo un hijo con deficiencia renal y el martes le tocaba diálisis, no pude llevarlo, ni encontré donde ponerlo a dormir”, comentó con las manos en la cabeza y ronca María Lantigua Polanco, con 15 años al lado de la planta.
Su desperación era notable, y exclamó: “Yo lo que tengo es un 911 en casa”.

Al igual que ella Lenny Pereyra dijo que apenas se quedó con la ropa que tenía encima.

“Yo lo que lamento es que ahora no tengo nada, soy madre soltera y mi tiendecita se destruyó, me dijeron que iban a supervisá, pero todavía nadie aperece”, comentó otra de las afectadas. Son incontables las quejas y traumas narrados por los moradores: Algunas como Ana Karina Cruz afirma que no ha podido enviar a su niña a la escuela, no sólo porque perdió sus útiles, sino por el trauma psicológico y el miedo que siente.

Algunas entidades, como la Fundación Liderazgo Emergente y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos fueron a investigar las necesidades para solidarizarse con las familias que se encuentran en estado de abandono.

Rechazan planta en el lugar

La generalidad de los vecinos está opuesto a que la envasadora de gas siga operando allí, en esa zona tan poblada. “Yo tengo 26 años aquí, la misericordia de Dios no permitió que el barrio se vaya, ahí lo que queremos es apartamentos”, exclamó Lucrecia Martínez.

“Si ese tanque explota aquí no queda nadie vivo, no queremos esa planta, ahí no”, dijo Miguel Olivero, al igual que ellos ofrecieron versiones similares Eveyn Ogando, Santiago Radhamés, Luis Robles, Marilín Valdez y otros residentes de la avenida Circunvalación y otras áreas.



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