Sólo un tercio de los dominicanos participó en turismo interno, según encuesta nacional

Los datos evidencian oportunidades clave para impulsar este mercado mediante políticas segmentadas, inclusión financiera y alianzas público-privadas.
Santo Domingo.- Pese a que el 35.1 % de la población adulta dominicana realizó al menos un viaje dentro del país en los últimos 12 meses, un 64.9 % no participó en el turismo interno, lo que subraya la necesidad de estrategias enfocadas en incluir a los segmentos menos activos de este mercado.
Así lo revela la Primera Encuesta Nacional de Turismo Interno (ENTÍ), publicada en junio de 2025 por el Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel) y la firma Quantum Analytics, con el apoyo de la Universidad Iberoamericana (Unibe).
El análisis muestra tendencias históricas con ligeras fluctuaciones, atribuibles a factores económicos y sociales.
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Entre ellos, se destacan la inflación y el aumento del costo de vida; en el plano social, se observan cambios en los patrones de consumo y restricciones de movilidad asociadas a la pandemia. Estas variables refuerzan la necesidad de políticas públicas sostenidas y de una infraestructura turística robusta como base para fortalecer el turismo interno.
Del 35.1 % que sí viajó, resalta que un 30.5 % reportó un gasto superior a RD$10,000 por persona. Los principales motivos de viaje revelan una clara predominancia del ocio, con las vacaciones representando el 46.2 % de los casos.
A este le siguen las visitas a familiares y amigos (27.9 %) y los viajes laborales (22.7 %). Otros motivos, como estudios y actividades diversas, tienen una representación marginal.
Asimismo, exhibe que este énfasis en el ocio se alinea con tendencias globales post-pandemia, marcadas por una creciente demanda de experiencias centradas en el bienestar y la relajación, lo que resalta la importancia de adaptar la oferta turística a estas nuevas preferencias y de diversificar hacia segmentos emergentes, como el turismo educativo y el ecológico.
Jóvenes visitaron más
En cuanto a los grupos de edad, los adultos jóvenes entre 25 y 39 años representaron el 41.9 % del total de viajeros, seguidos por los de 18 a 24 años (23.4 %), 40 a 54 años (23.8 %) y mayores de 55 años (10.9 %).
El perfil de los viajeros internos muestra que el 57.7 % son hombres y el 42.3 % mujeres. En cuanto a su ocupación, el 48.1 % pertenece al sector formal, mientras que sólo el 29.1 % trabaja en el sector informal. Esta diferencia evidencia una mayor capacidad económica en el sector formal, con más posibilidades de destinar recursos al ocio.
Apunta que este predominio se asocia con una mayor inclinación hacia viajes de corta distancia y actividades recreativas, motivadas principalmente por la búsqueda de desconexión y entretenimiento.
Sin embargo, también destaca la necesidad de políticas inclusivas dirigidas al sector informal, como subsidios, financiamiento flexible e incentivos económicos que reduzcan las barreras de acceso.
El gasto promedio por persona varía según el motivo del viaje, tipo de alojamiento, nivel de ingreso y características del turista.
El informe detalla que quienes viajan por vacaciones tienden a gastar más, especialmente en destinos con servicios de alta categoría.
En contraste, los viajeros que visitan familiares o amigos concentran su gasto en rangos más bajos (RD$1,000 a RD$5,000), reflejando un enfoque financiero más conservador. Por ejemplo, el 53.8 % de quienes viajan por estudios y el 56.6 % de quienes reportan otros motivos se ubican en el tramo de menor gasto.
La segmentación del gasto según el motivo del viaje y el perfil del turista proporciona información clave para el diseño de estrategias promocionales.
Resalta que campañas dirigidas a jóvenes adultos podrían enfocarse en destinos accesibles y actividades económicas. Paralelamente, programas de incentivo para adultos mayores, especialmente aquellos que se alojan con familiares, pueden fomentar su participación.
Además, las alianzas público-privadas podrían facilitar la creación de paquetes turísticos personalizados, fomentando la inclusión y diversidad en la oferta.
Estos hallazgos evidencian la urgencia de diversificar e innovar en el turismo interno, por lo que recomienda priorizar estrategias de segmentación por ingreso, edad y región, fortalecer la oferta de alojamientos variados y promover colaboraciones público-privadas que garanticen accesibilidad y sostenibilidad.
Estas medidas permitirían ampliar la participación ciudadana, dinamizar la economía local y fortalecer el sector turístico nacional.