El pescador salvadoreño José Salvador Alvarenga pasó 438 días en mar abierto y sobrevivió. Había visto olas gigantes romper su barco de humilde pescador y vio morir de inanición a su compañero de naufragio.
Hoy enfrenta una demanda de un millón de dólares y el mote de “caníbal”.
Los parientes de Ezequiel Córdoba, un joven de 22 años que acompañó a Alvarenga a pescar en la Costa Azul mexicana, lo acusan de haberlo matado y usado su cuerpo como alimento.