La abolición de la esclavitud en la parte oriental de la isla, y el temor a su restauración en el territorio occidental, fue el factor principal que motorizó la unión política de la isla de Santo Domingo en 1822.
El recién instalado gobierno de José Núñez de Cáceres en Santo Domingo no abolió la esclavitud; y sus intentos por integrarse a la Gran Colombia, a la vez que izaba su bandera en gran parte del territorio del Estado Independiente de Haití Español, demostró su falta de capacidad para construir un Estado soberano e independiente duradero.
Esas debilidades del Estado encabezado por Núñez de Cáceres señalaban su carácter vulnerable, lo cual acrecentó el temor del gobierno haitiano de que la parte oriental de la isla fuera ocupada nuevamente, y utilizada como punta de lanza por alguna potencia europea, para desencadenar acciones que pusieran en peligro la estabilidad o la existencia misma del Estado haitiano, tal y como ocurrió con la pretensiones napoleónicas durante la intervención francesa en la isla de Santo Domingo.
El 29 de enero de 1802, miles de soldados franceses al mando del general Charles Leclerc ocuparon la isla de Santo Domingo y lograron en la parte oriental de la isla uno de sus principales objetivos, lo cual fue la restauración de la esclavitud, que había sido abolida un año antes por Toussaint Louverture. El temor al restablecimiento de la esclavitud en su país era el gran dilema de los gobernantes haitianos.
Los negros y los mulatos libertos, al igual que los esclavos del Estado Independiente de Haití Español, que constituían la mayoría de la población, deseaban la abolición de la esclavitud que había sido restaurada por los ocupantes de la Francia de Napoleón. Y en tal sentido, veían que la unión con Haití podía garantizar el fin de la esclavitud, pues el recién instalado gobierno de José Núñez de Cáceres tenía intereses económicos vinculados a la institución esclavista, pues el propio jefe de Estado era propietario de mano de obra esclava. Ese fue uno de los motivos de que varias provincias del Cibao y de la zona fronteriza no izaran el pabellón de la Gran Colombia, si no, el de Haití.
Es en ese escenario que se produce la llegada de Jean Pierre Boyer a Santo Domingo y su entrega de las llaves de la ciudad por José Núñez de Cáceres, dándose inicio a partir de esa fecha, 9 de febrero de 1822, al periodo que algunos historiadores han bautizado como el de la dominación haitiana.
La abolición de la esclavitud, para siempre, del territorio de la parte oriental de la isla de Santo Domingo, fue la primera medida tomada por el gobierno de Jean Pierre Boyer.
Con el transcurso de los años la unión política de la isla, bajo la hegemonía haitiana, se convirtió en una situación insoportable para los dominicanos, quienes, bajo los ideales patrióticos de Juan Pablo Duarte, proclamaron la separación política de Haití, y constituyeron la República Dominicana como país libre e independiente, el 27 de febrero de 1844.