Sobre la fecha de las elecciones

Sobre la fecha de las elecciones

Sobre la fecha de las elecciones

Rafael Chaljub Mejìa

El 16 de mayo se escogió como fecha para celebración de elecciones nacionales en el primer período del régimen de los doce años del presidente Joaquín Balaguer, y sostengo que esto se hizo para rendirle culto y mantener la herencia del tirano Rafael Trujillo y su larga dictadura.

El 16 de mayo de 1930, después del llamado Movimiento Cívico del 23 de febrero del mismo año, y mediante un violento y sangriento montaje electoral, ascendió Trujillo por vez primera a la Presidencia. Se inauguró la “era” luctuosa que él encabezó. Los alabarderos del dictador magnificaron la fecha y cantaron los más repugnantes cantos de alabanza a la fementida bondad que ese día le trajo a la nación.

El 16 de mayo se mantuvo invariablemente a lo largo de los más de treinta y un año de la tiranía, para celebrar aquellas elecciones en las cuales Trujillo y en ocasiones su títere, alcanzaban todos los votos emitidos contra cero.

Esa tradición se rompió cuando, después del fin de la tiranía se celebraron las elecciones del 20 de diciembre de 1962.

El golpe militar del 25 de septiembre de 1963 rompió el orden constitucional, vino la revolución del 24 de abril de 1965, al final de la misma se convocó a elecciones nacionales y la fecha escogida para ello no fue el 16 de mayo de los trujillistas, sino el primero de junio de 1966.

Balaguer, declarado ganador de los comicios se juramentó el mes siguiente y desde el poder restableció el 16 de mayo, para celebrar las elecciones nacionales cada cuatro años.

No había otra razón para restablecer esa fecha aciaga que no fuera la invocación de un pasado fúnebre y rememorar el fantasma del déspota que encarnó ese pasado.

Por qué no se escogió el 15 de marzo, por ejemplo, fecha en la cual en 1924 se realizaron las elecciones que antecedieron la retirada de las tropas norteamericanas de ocupación. O el 20 de diciembre, día de las primeras elecciones libres realizadas tras el ajusticiamiento del tirano.

O el mismo primero de junio que tan de grata recordación debió resultarle al Balaguer. Así, el culto a Trujillo y al inicio de su “era”, se prolongó por décadas.

Por fortuna, la constitución de 2010 corrigió esa afrenta histórica mediante la cual se rendía tributo de recordación al dictador Trujillo y su horroroza tiranía.



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