Bloomberg News.-Hace un año, AT&T ingresó sorpresivamente en México, territorio de su aliado de muchos años Carlos Slim.
El multimillonario ahora tiene la oportunidad de crecer en tierras de AT&T.
Estados Unidos está a punto de subastar las ondas radiofónicas que devolvieron algunas emisoras de televisión. Aquellas son muy preciadas por los operadores inalámbricos porque tienen un gran alcance y atraviesan las paredes y las ventanas.
Sprint Corp. ya se retiró de la licitación por cuestiones de deuda, mientras que Verizon Communications Inc. probablemente limite su participación.
Eso le da una gran oportunidad a Slim –que ya controla al mayor proveedor de servicio prepago de telefonía móvil de los EE.UU., Tracfone- para ampliar su imperio de telecomunicaciones y contrarrestar el agresivo avance de AT&T al sur de la frontera.
Un plan estratégico
Slim podría comprar espectro para revenderlo en el futuro o como parte de un plan estratégico para adquirir una red inalámbrica, dado que Tracfone sólo alquila capacidad en las redes de otros operadores y revende servicios con su propia marca.
El momento no podría ser más propicio, ya que América del Norte se está convirtiendo en una gran zona de llamadas inalámbricas.
América Móvil SAB, AT&T, T-Mobile US Inc. y Telefónica México han puesto fin al roaming transfronterizo, por lo que una oferta de América Móvil por ondas radiofónicas estadounidenses sería “muy lógica”, dijo Roger Entner, analista de Recon Analytics LLC.
“Sería una jugada muy interesante de Carlos Slim”, señaló Entner. “Tiene el dinero necesario. Tiene la experiencia. Conoce el mercado”.
Un funcionario de prensa de América Móvil no accedió a efectuar declaraciones sobre los planes de la compañía en los EE.UU.
Slim desde hace tiempo busca crecer fuera de México, donde tiene dificultades para sostener su expansión. El año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó leyes que obligaron a América Móvil a reducir su cuota de mercado en el país por debajo del 50 por ciento o pagar multas por infracción debido a las normas que promueven la competencia.
La empresa inicialmente decidió desmembrar algunos activos mexicanos pero luego dio marcha atrás debido a los movimientos de AT&T en América Latina.
El operador con sede central en Dallas compró dos compañías rivales en México –Nextel México, perteneciente a NII Holdings Inc., y Grupo Iusacell SA-. AT&T también vendió participaciones en América Móvil tras una relación de 24 años para evitar un conflicto de intereses con otra adquisición nueva, DirecTV, que compite con América Móvil por los clientes de TV paga en toda América Latina.
Si bien faltan tres meses para que venza el plazo de presentación de ofertas para la subasta estadounidense, la decisión de Sprint de desistir y la falta de interés de Verizon llevaron a muchos a preguntarse quién podría sumarse a la puja.
Dado el valioso espectro de baja frecuencia que está en juego, la subasta podría atraer a compañías de todos los rincones del sector de las comunicaciones.
El máximo responsable ejecutivo de T-Mobile, John Legere, dijo durante la llamada en conferencia sobre utilidades de su compañía que esta semana seguramente aparecerán “jugadores inesperados” que realizarán ofertas, lo que daría “claridad” a los cambios que se producirán en la estructura de la industria inalámbrica.