Síndrome del rebote en la economía dominicana
Las perspectivas de crecimiento de la economía dominicana para el presente año 2025 se estimó entre 4.5%, la cual fue refrendada recientemente por la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI), presidida por Andrés Roncaglia y la misión de dicho Organismo Multilateral, encabezo Emilio Fernández Corugedo, que tiene como función la aplicación del Artículo IV, relativo al seguimiento y evaluación del desempeño económico.
Las perspectivas de crecimiento de la economía dominicana según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL), Banco Mundial y Consensus Forecst, estimaron en promedio 4.5% al cierre del año 2025, que evidencia una mayor certeza, dado que tanto el Banco Central como el FMI, inicialmente proyectaban un crecimiento económico estimado del 5.0%, igual a la expansión registrada durante el 2024.
Sin embargo, al margen de las diferencias que arrojan tales previsiones, las mismas suelen ser mecánicas y lineales, las cuales solo aciertan en los ciclos de alta y mediana expansión económica, que no es ni remotamente, parecido al nuevo ciclo de crecimiento que tiene lugar desde el 2020 en la economía dominicana, marcado por un bajo crecimiento potencial y carente de consistencia.
Toda proyección del crecimiento articulada al margen de tal trayectoria, carece de sentido práctico, puesto que a partir del año 2020, la economía dominicana viene siendo afectada por el Síndrome del Rebote, que supone una economía caracterizada por una fase continua de curvas negativas y positivas que no trasciende de la simple lógica matemática o estadística, que no implica crecimiento de riqueza, dado que el promedio o el potencial del ciclo tiende a Uno (1) o menor que Cero (0).
En esa condición, proyectar un 4.5 o 5.0% para el presente año sin tomar en consideración el comportamiento pendular de curvas cerradas, es decir, crecimiento de rebote con pendiente positiva y negativa resulta improcedente, pues confunde y distorsiona la real fijación que, en determinado momento, puedan tener los agentes económicos sobre el comportamiento real de la economía.
Un balance de la economía permite observar que después de la caída del crecimiento a menos 6.5% en 2020, la economía dominicana permanece estancada bajo la influencia del Síndrome del Rebote, puesto que durante el 2021experimenta una expansión de 12.3%, mientras que en 2022 desciende su
crecimiento a 4.9%.
Además, en el 2023 apenas consigue 2.2% y luego 5.0% en el 2024, no obstante producirse la denominada adecuación cambio base 2018, que implico la incorporación de un determinado grupo de bienes y servicios en la valoración del PIB.
Esto indica que desde 2020, cada caída del PIB, va seguida de un crecimiento rebote y así, sucesivamente, estructurándose de esa manera en la economía dominicana el dilema-síndrome del rebote.
En ese contexto, el hecho de que durante el mes de marzo el IMAE, tuviera un crecimiento rebote interanual de solo creciera 5.4%, cuando debió moverse entre 8.5 y 9.0%, dado que viene de una base menor apenas de 1.3% en igual periodo de 2024.
Un crecimiento promedio durante el primer trimestre de 2.7%, en termino promedio supone una caída estrepitosa de la economía, considerando que en igual periodo del año pasado fue de 4.5% demanda una revisión sustancial hacia la baja del crecimiento estimado para este año 2025, la cual conforme el síndrome del rebote, debería fijarse en 2.5% o similar al crecimiento del 2023, que fue de 2.2%.
En tanto, que es probable que durante el mes de abril se haya producido la mayor caída del PIB (menos 1.5%), lo que complica recuperar la economía de cara al primer semestre, no obstante, el hecho de que la economía durante el 2025, solo tiene posibilidad de crecer con poco margen durante los meses de septiembre y diciembre.
En efecto, los resultados desfavorables del primer trimestre constituyen un tropiezo más de las autoridades en su política de crecimiento, a pesar que desde la esfera del Banco central se recurra al fetichismo, con la intención de manipular comparando, de manera inusual, el crecimiento rebote de marzo con el promedio del trimestre y obviando otros factores como fue el aumento de la inflación por encima del objetivo meta, entre otros.
Al margen de los efectos negativos que pudiera tener el actual entorno internacional motivado por la guerra arancelaria impulsada por los EE.UU, el precario desempeño de la economía durante el primer trimestre de 2025, obedece al Síndrome del Rebote que afecta la economía dominicana desde el año 2020 y que tiene su causa en una política económica inadecuada en el plano agropecuario, fiscal y monetario.
El autor es economista.
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