El sindicato de jugadores en las Grandes Ligas logró un gran objetivo al hacer ver que el comisionado Rob Manfred es el culpable del cierre patronal y de muchas cosas malas en el béisbol.

La semana pasada Manfred fue atacado sin misericordia por los jugadores entre los que sobresalió Mike Trout, considerado el mejor en la actualidad en las Mayores.

Cuando las negociaciones se detuvieron en Júpiter, Florida, Manfred fue visto salir sonriente de la reunión, actitud que no les gustó a los jugadores, quienes lo enfrentaron como nunca lo habían hecho, inclusive demostrando que ya no le tienen el mismo respeto.

“No tengo idea de cómo tiene él la capacidad de reírse de algo ahora”, tuiteó Michael Lorenzen, lanzador de los Angelinos. “Me saca de quicio”. “Manfred se tiene que ir”, tuiteó Marcus Stroman, pitcher de los Cachorros.

Muchos fanáticos en las redes sociales la emprendieron también contra Manfred, quien se convirtió en el comisionado de Grandes Ligas desde enero de 2015, pero antes era la mano derecha del anterior Bud Selig, siendo la persona que negoció los otros cuatro pactos colectivos.

Manfred fue el responsable de la creación de la oferta calificada, la cual obliga a los peloteros que al irse a la agencia libre quedan atados a reportar una selección del draft al equipo que deja proviniente del equipo que lo contrata.

Los peloteros esperaron estas negociaciones para salirse de esa trampa que afectó a muchos en los últimos años; el salario mínimo, el cual es el más bajo entre los deportes profesionales estadounidenses y el umbral del impuesto de lujos. Es muy posible que luego de que Manfred fuese atacado sin compasión, las negociaciones tomen un curso más positivo para llegar a un nuevo acuerdo.