Santo Domingo, RD. – La discusión sobre la reforma al Código Laboral volvió a tensarse este lunes en la Cámara de Diputados, donde representantes sindicales acusaron al sector empresarial de intentar entorpecer el proceso debido a que su principal demanda —modificar la cesantía— no ha sido acogida.
La acusación fue planteada luego de un encuentro encabezado por el presidente de la Cámara, Alfredo Pacheco, quien reiteró que los diputados no están en disposición de tocar la estructura actual del pago por despido.
Pacheco recibió a una amplia delegación sindical encabezada por Rafael “Pepe” Abreu, Jacobo Ramos, Gabriel del Río y otros líderes del movimiento obrero, acompañados del exvicepresidente de la República, Rafael Alburquerque.
El presidente de la Cámara explicó que el órgano legislativo confrontará las observaciones empresariales con las del sector laboral en una jornada especial programada para el próximo martes, con el fin de buscar el mayor nivel de consenso posible antes del cierre legislativo.
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Aclaró que la mayoría de las bancadas coincide en que la cesantía “no se mueve” y que, pese a que el empresariado ha hecho llegar nuevas propuestas, la Cámara no contempla desmontar esa conquista laboral.
Afirmó que el proyecto ya fue trabajado por el Senado y que la Comisión de Trabajo, presidida por Mélido Mercedes, está afinando detalles técnicos previos a su presentación en el hemiciclo.
Una “nueva modalidad” de presión empresarial
Para los sindicalistas, el empresariado está desplegando una estrategia de última hora para retrasar el proyecto, luego de constatar que no lograron introducir la eliminación o transformación del régimen de cesantía.
Jacobo Ramos, de la Confederación Nacional de Trabajadores Unificados, sostuvo que esta maniobra se ha repetido desde que la reforma estaba en manos del Senado y que las nuevas propuestas anunciadas por el sector patronal responden exclusivamente a ese objetivo.
Rafael “Pepe” Abreu amplió la denuncia al señalar que, ante la imposibilidad de tocar la cesantía de manera frontal, el empresariado intenta provocar un cambio en el Artículo 86 del Código, que penaliza con un día adicional de salario por cada día de retraso el no pago de las prestaciones dentro de los primeros diez días tras la desvinculación.
Según explicó, la intención empresarial es suprimir ese artículo para evitar que la mora siga corriendo mientras un caso está en los tribunales, lo que reduciría significativamente la presión financiera para el empleador y debilitaría uno de los pocos mecanismos efectivos que protegen al trabajador durante un litigio.
Para los sindicatos, esta táctica no solo busca reconfigurar la cesantía por la vía indirecta, sino que amenaza con romper los acuerdos tripartitos ya alcanzados en puntos procesales, jornadas laborales y otros aspectos donde, según afirman, el movimiento obrero ya ha cedido.
Advertencia sindical: “Si no quieren reforma, que lo digan”
Los dirigentes sindicales insistieron en que la cesantía no puede ser modificada “en ninguna de sus modalidades” y recordaron que, luego de 33 años de vigencia, el Código Laboral no ha impedido el desarrollo productivo del país.
Advirtieron que si el sector empresarial continúa presionando para eliminar garantías fundamentales, el movimiento sindical estaría dispuesto a dejar la reforma sobre la mesa y mantener la legislación tal como está.
La Cámara de Diputados retomará el diálogo tripartito el próximo martes, con la meta de conciliar diferencias y avanzar hacia la aprobación del proyecto antes del feriado de Navidad o del cierre de la legislatura.
Sin embargo, la brecha entre las posiciones laborales y empresariales luce más amplia que nunca, y la cesantía sigue siendo el eje irreductible del conflicto.