Santo Domingo.-El síncope o desmayo es la pérdida transitoria y rápida de la consciencia y del tono postural, que generalmente se acompaña de caída.
La recuperación suele ser también espontánea, rápida y completa. Representa entre un 3 y 6% de consultas a emergencias, siendo entonces un problema bastante frecuente y que representa un gasto importante en salud, asegura el doctor Fernando Vidal, cardiólogo electrofisiólogo del Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
Reflejo cardiovascular
Afortunadamente, la gran mayoría, el 70% de estos síncopes se debe a un reflejo cardiovascular comúnmente conocido como Vaso-vagal, el cual puede desencadenarse ante situaciones especificas, como ver sangre, dolor intenso, ingesta de bebidas muy frías y a veces con cosas habituales como la micción.
Además, ocurre en iglesias, actos escolares, lugares calientes y en personas que pasan mucho tiempo en la misma posición de pie o sentados, que generalmente no se han hidratado adecuadamente o han pasado largos periodos de ayuno, señala el médico.
Tipo de condición
Cuando se trata de dicho reflejo, es una condición completamente benigna, salvo cuando cursa con traumatismo o cuando el aviso que suele dar antes de presentarse es demasiado rápido y no da tiempo al paciente a acostarse (completamente horizontal), la cual es la medida indicada en esos casos.
¿A cuál médico? Debido a una cuestión de costumbre, o de que lo que se pierde momentáneamente es la consciencia, la gente suele acudir al neurólogo o en las mismas emergencias existe la tendencia a llamar a dicho especialista.
Si se toma en cuenta lo expresado anteriormente sobre la causa más frecuente, es fácil comprender que esta no es la primera acción que debería tomar.
Las medidas. Lo más importante en estos casos, principalmente en personas de edad avanzada, es determinar que la causa del síncope no es cardiaca, ya que en estos casos sípuede verse comprometida la vida del paciente. Esto es; descartar arritmias, bloqueos, cardiopatía estructural (corazón grande), que no exista enfermedad coronaria o de las válvulas.
Para esto, lo primero que se recomienda es: un adecuado interrogatorio (cómo fue, en qué circunstancias, alguien lo vio, hubo aviso, sufre de alguna enfermedad cardiaca conocida, etc.) y un simple electrocardiograma bien interpretado.
Esto evita gastos innecesarios, tanto de tiempo, como de recursos, ya que los pacientes suelen deambular por diferentes especialistas, realizándose tomografías, electroencefalogramas y resonancias, que además de ser costosos, la mayoría de las veces son completamente normales o peor aun, cuando se encuentra alguna anormalidad y se mal interpreta como la causa del problema suelen recibir medicación que obviamente no tiene el efecto esperado y retrasa el diagnóstico correcto.