Muchos deben de haber quedado haciendo cerebro con el nombramiento, finalmente, de un nuevo director general de la Policía Nacional, designación que recayó en el ahora mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta.
Era, desde luego una de las personas que sonaban para el cargo, así que sigue teniendo vigencia el refrán de que cuando el río suena es porque agua trae. Y sobre la base de ese acierto, quizá debe también dársele crédito a los que mencionaban a otro alto oficial del que se dice que fue perjudicado por el desorden en la Ciudad Colonial.
En las calles
El chapeo que tiene la Policía en estos días, ¿será continuado bajo las nuevas directrices? Hay que esperar, porque a pesar de que es el mismo cuerpo represivo, cuando se producen estos cambios suele bajar la marea.