Asumo que la mayoría de mis amables lectores ha jugado Monopolio alguna vez, ya sea en su niñez, en su adolescencia o en su edad madura.
Entonces todos estarán de acuerdo en que la expresión sin pasar por Go se puede aplicar no solo como una penalidad que termina en la cárcel, como en el juego, sino también para referirse a una meta a la que se llega de un salto, sin satisfacer, paso a paso, las etapas naturales que se puedan presentar en el camino.
Los dominicanos queremos vivir en el futuro sin pasar por Go.
Me explico: nuestros políticos, por ejemplo, se jalan las greñas a lo interno de los partidos, en busca de ser precandidatos o candidatos a la Presidencia cuando falta más de un año para las elecciones, pero pasan por alto los graves temas del presente, que requieren a gritos la atención de sus líderes.
De igual modo, los funcionarios del Gobierno hacen alarde de sus planes para el futuro, pero no se detienen a buscar soluciones para los problemas del presente. Los que ocupan cargos públicos aspiran a hacerse ricos a como dé lugar, olvidando que para ello hay que fajarse, a menos que se utilicen métodos mafiosos para llegar a Go antes de tiempo.
Lo mismo pasa en el sector privado y hasta en el seno de las familias. Queremos alcanzar las metas sin pasar por Go, sin haber resuelto el presente.
Por eso hay que volver a revisar las reglas del Monopolio y recordar que, a la larga, al único sitio al que se puede ir sin pasar por Go es a la cárcel!