El Gobierno y el Partido de la Liberación Dominicana navegan desde hace años sin ninguna oposición. Parece que los partidos que adversan a las autoridades se fueron de “fiesta” o están de vacaciones, ya que hay temas que pudieran motivarlos a incursionar en la arena política para enrostrar los males del país.
De manera vaga el Partido Revolucionario Moderno ha abordado el tema de la delincuencia, principalmente la incursión de la banda de John Percival Matos, pero mucho menos lo ha hecho sobre el escándalo del soborno de Odebrecht.
Es decir, en el país no hay oposición.