Sin falsa modestia

Definitivamente, nos quedamos sin el debate frente a frente que esperábamos entre los aspirantes a la presidencia de la República para el período 2012-2016.

Durante largo tiempo se estuvo barajando la idea de que, antes de entrar a las cabinas de votación, los electores pudieran conocer las respuestas de los candidatos a preguntas iguales y sus argumentos para defender sus respectivos puntos de vista.

De esa manera hubieran tenido los electores una idea más cabal de lo que estaban haciendo al momento de depositar su decisión en las urnas.

Yo fui uno de los ilusos que creímos posible esa utopía, creyendo, hasta el último momento, que el proceso electoral nuestro podía ser igual o parecido al de otras naciones evidentemente más civilizadas que la nuestra.

Menos mal que diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil han propiciado invitaciones personales, aunque por separado, a los aspirantes presidenciales, para entrevistarlos e interpelarlos, aunque sea en solitario, uno tras otro. “Del lobo, un pelo”, dice un refrán.

Sin falsa modestia debo consignar que el Grupo de Comunicaciones Corripio, del cual me vanaglorio en formar parte en mi condición de director de EL DÍA, se ha llevado la palma al brindar a todo el país y por todos los medios de comunicación –escritos, radiales, televisivos y digitales-, las comparecencias iguales y equitativas de los seis candidatos que compiten por la Presidencia.

Confiamos en haber ofrecido un valioso servicio a la nación, y abrigamos la esperanza de que finalmente tendremos debates, aunque sea en 2016.