El Día 
Si yo fuera mujer estaría muy molesta con esas discusiones acerca de las cuotas fijadas por ley para poder formar parte de una boleta electoral.
Siendo hombre, me opuse desde el principio a que se dictara una ley estableciendo cuotas, como si se tratara de un club social privado, para que las personas de un determinado género fueran admitidas hasta un equis por ciento, y lo toman o lo dejan. Pero perdí la apuesta y la ley se aprobó, con el beneplácito de muchas mujeres, que vieron como un triunfo lo que a mí me parecía humillante.
Pero pasado el tiempo, y no conformes con eso, algunos políticos pidieron hace poco que el sistema de cuotas fuera eliminado en las elecciones venideras, lo que fue rechazado por la Junta Central Electoral.
Si yo fuera mujer lucharía para que se eliminen las cuotas y para que todos los aspirantes a cargos electivos hagan sus campañas en absoluta igualdad de condiciones, sin importar el género.
Si yo fuera mujer me gustaría competir con los hombres de tú a tú, a base de talento y capacidad.
Si yo fuera mujer preferiría que la tan cacareada equidad de los géneros se aplicara en todos los casos por igual.
Si yo fuera mujer.
